El Adviento nos prepara y la Navidad nos invita a celebrar el nacimiento de Jesús, llenando nuestros hogares de decoraciones festivas, celebraciones entre familias, amigos y vecinos, y la ilusión de los regalos. Sin embargo, este tiempo es también una poderosa llamada a la acción para trascender lo material y hacer tangible la caridad con aquellos que más lo necesitan

A continuación, te compartimos cuatro valiosas iniciativas que representan una oportunidad concreta para que la generosidad católica se manifieste no sólo a través de donaciones, sino como inspiración para extender la misericordia en esta Navidad.

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Cristianos perseguidos y en necesidad en todo el mundo

Entrevistada por ACI Prensa, Julieta Appendini, directora ejecutiva para México de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés), recuerda que esta fundación pontificia “desde hace más de 75 años apoya a la Iglesia que sufre, está perseguida o vive en situación de gran necesidad en más de 130 países”.

“ACN sostiene proyectos pastorales y de ayuda de emergencia a comunidades pobres, en guerra, o que sufren persecución religiosa. Su labor es vital porque, en muchos lugares, sin esta ayuda la Iglesia simplemente no podría sobrevivir ni cumplir su misión evangelizadora”, asegura.

Esta Navidad, ACN ha desplegado una campaña para apoyar a los catequistas en todo el mundo, pues, destaca Appendini, “son fundamentales para la vida de la Iglesia, especialmente en regiones donde hay escasez de sacerdotes o donde la fe se vive bajo persecución”.

“En muchos casos son ellos quienes mantienen vivas las comunidades, transmiten la fe a los niños, acompañan a las familias y preparan a los fieles para los sacramentos”, señala, lamentando que muchas veces los catequistas “suelen trabajar en condiciones muy precarias, sin recursos básicos, recorriendo largas distancias y, en algunos contextos, poniendo en riesgo su propia seguridad”.

“Una donación puede significar formación, materiales catequéticos, una Biblia, o un apoyo mínimo para su subsistencia. Son ayudas sencillas, pero decisivas para que continúen su misión evangelizadora”.

Las donaciones para la campaña navideña de ACN se pueden realizar a través del sitio web https://acn-mexico.org/navidad2025

Appendini resalta que en ACN “vemos todos los días que no hay donación pequeña cuando se ofrece con amor. Muchas veces, una aportación modesta, unida a la de otros fieles, se convierte en un proyecto completo que transforma la vida de una comunidad entera”.

“Para quien recibe la ayuda, ese apoyo es una señal concreta de que no está solo, de que la Iglesia es verdaderamente universal”, mientras que “para el donante, el acto de dar suele convertirse en una experiencia profunda de encuentro con Dios, de conversión y de crecimiento espiritual”.

Dar nos cambia el corazón y nos hace más conscientes de nuestros hermanos que sufren”, asegura.

Una Navidad en Perú como José y María: en incertidumbre y pobreza

El P. Omar Sánchez dirige la Asociación de las Bienaventuranzas en la Tablada de Lurín, una zona de mucha pobreza en el sureste de Lima, la capital del Perú. Desde ahí, es directo: “nosotros vivimos el Adviento y la Navidad como lo vivieron José y María. Es decir, los días previos al nacimiento de Jesús, la huida a Egipto, la situación en la que estaban, de incertidumbre, de pobreza extrema, de miedo, de temores. Igual vivimos la Navidad nosotros, de alguna manera”.

La asociación atiende a alrededor de 500 personas necesitadas, entre ellas bebés, niños, jóvenes, adultos y ancianos, a quienes dan albergue, atención de salud y educación, siempre dependiendo “completamente de la mano de Dios, como les pasó a José y María, que no sabían dónde iban a dar a luz, no sabían quién los iba a acoger”.

“Nuestra vida en general es una vida así —continúa—: vivimos en la Providencia Divina siempre, sabiendo que en cada persona que tenemos albergada en esta casa está Jesús niño abandonado, Jesús niño con alguna habilidad diferente, Jesús niño con alguna enfermedad psiquiátrica, Jesús adulto, un niño o adulto con algún retardo mental, un anciano con abandono”.

“Nuestras necesidades materiales son múltiples”, indica el P. Sánchez, pues cada día tienen necesidad de alimentos básicos, como “arroz, azúcar, aceite, leche, fideos, menestras, atún, avena”, así como medicinas y miles de pañales al mes, así como gastos de la “vida ordinaria de cada día”.

Otras necesidades incluyen el gasto mensual de 15.000 soles (cerca de 4.500 dólares) en electricidad y otros 12.000 soles (unos 3.500 dólares) en agua, para las tres casas que mantiene la asociación, así como los sueldos de médicos, enfermeras, psicólogos y otros trabajadores.

Aunque haya quienes se lamenten de que para algunos la caridad sólo se viva en Navidad, para el P. Sánchez “sería peor que no se acuerden ni de Navidad”, pues “eso quiere decir que la Navidad todavía toca corazones y en esta época nos acordamos de Jesús en estos niños más necesitados”.

“En el Perú hay tantísima necesidad, que Dios nos da la oportunidad de verlo otra vez abandonado en ese pesebre que María y José trataron de limpiar lo mejor que pudieron, pero al final y al cabo era un pesebre”, destaca.

“Cientos, miles, millones de pesebres donde puedes ir como un pastorcito pobre llevando una bola de queso o llevando un pancito que tienes en tu bolsita. Como un pastor pobre (o) como un rey mago, llevando oro, incienso y mirra, con todo el significado profundo que tienen estos dones (...) Cada uno es desde su posibilidad, cada uno desde su lugar, cada uno es desde su capacidad de mirar al otro”.

El tiempo de Adviento y Navidad, asegura, es un tiempo en el que se puede renunciar al hedonismo y al individualismo “para compartir algo con alguien que necesite y que en la mesa probablemente no tenga nada, más que un panetón medio bueno, medio malo y una taza de chocolate tibio, caliente, medio caliente, medio frío”.

Como ejemplo de cómo Dios toca el corazón de los que dan, el sacerdote peruano recordó el caso de “un cineasta español que no creía en Dios”, que aunque creció en una familia católica nunca se bautizó y creció alejado de la fe. Estudió en Europa y “vino acá y quedó impresionado con lo que vio del trabajo de la Iglesia, impresionado, y decidió convertirse, recibió todos los sacramentos y luego hizo un documental sobre la obra desde su mirada espiritual, la nueva mirada espiritual que había encontrado, que había descubierto”.

Lejos de perder al dar, destacó, “el amor se multiplica, uno más da, más crece. Ese es el misterio del amor”.

Puede colaborar con la Asociación de las Bienaventuranzas a través de su sitio web https://asociacionbienaventuranzas.org.pe/ayudanos/

Encontrando en cada madre embarazada el rostro de María

Mater Filius es una organización provida surgida en México cuyo propósito es asistir a las mujeres embarazadas con todo lo necesario para alejarlas de las garras del aborto y ayudarlas a llevar a término su embarazo. Actualmente tiene presencia en Estados Unidos, El Salvador, Chile y Colombia.

Su presidenta en El Salvador, Carla Varaona de Lacayo, asegura que especialmente en el tiempo de Adviento y Navidad se siente “sentimos esta misión con más fuerza, ya que la Virgen llevando en su vientre al niño Jesús pasó por ese triste momento en que hubiera deseado esa mano amiga que los acogiera, y ese apoyo, ese ‘estar allí’ en momentos de necesidad”.

“Precisamente esa es nuestra misión, ser esa puerta que se abre y acoge con amor cuando todas están cerradas”, subraya.

“Toda mujer que llega a Mater Filius se encuentra en circunstancias muy difíciles de enfrentar, ya sea abandono, pobreza o rechazo familiar”, señala, y con el “acompañamiento espiritual, emocional y material, logran abrazar su maternidad con esperanza”.

“Durante su estancia reciben alojamiento, alimentación, atención médica, apoyo psicológico, formación humana y espiritual, así como herramientas para reinsertarse a la sociedad. También las acompañamos a ellas y sus bebés si ellas así lo desean durante su primer año de vida. Cada día es un nuevo reto”, comparte.

Aunque existe el peligro de dejarse “llevar por caminos de materialismo y mundanidad” en este periodo del año, Varaona de Lacayo asegura que “también podemos estar atentos a las necesidades que existen a nuestro alrededor en tantas familias, que a veces no tienen ni lo básico para sobrevivir”.

En el caso de Mater Filius, indica, esas personas son “mujeres muchas veces en situación de calle, llevando un hijo en su vientre”, quienes “llegan rotas en su interior y con miedo” y al ser atendidas “descubren su dignidad y se llegan a reconciliar con Dios y con su historia”.

Al mismo tiempo, resalta, hay “niños que viven gracias a ese ‘sí’ a la vida, familias que se reconstruyen y comunidades que se fortalecen al involucrarse en el servicio”.

En cada mujer acogida vemos reflejado el rostro de María dando ese Fiat y recibiendo a Jesús en su vientre”, precisa.

Mater Filius en El Salvador, explica, puede recibir ayuda tanto en donaciones de dinero como de tiempo para ayudar en la fundación, así como dictando talleres y capacitaciones para las mujeres. “Hay muchas áreas donde poder servir, toda ayuda es bienvenida”, asegura.

Ayuda espiritual y material para los sacerdotes

La Fundación La Morada de la Misericordia, en México, promueve “las catorce obras de misericordia en favor de los sacerdotes y diferentes grupos vulnerables”, explica a ACI Prensa su presidenta, Esthela Almaraz,

“Aún en medio de tanto bullicio y actividad, es importante reconocer el rostro de Jesús en cada persona, especialmente en nuestros sacerdotes, quienes tienen por el Sacramento del Orden una configuración con Cristo y sentimos una gran responsabilidad en ayudarlos”. señala.

Almaraz precisa que “erróneamente se piensa que los sacerdotes no tienen carencias, que ellos están ahí para rezar y atendernos, pero la realidad es que ellos son hombres que visten y calzan al igual que nosotros, que pasan momentos difíciles, que sienten soledad, que sufren enfermedades y muchas carencias”.

“Por eso nosotros promovemos el acompañamiento espiritual y la cercanía para atenderlos de una manera ordenada en sus necesidades básicas, hacer la presencia de la Madre del Cielo que quiere mostrarse Madre con sus hijos predilectos, sus sacerdotes”.

Nuestra presencia debe de reflejar la presencia de nuestra Madre, es Ella a través de nosotros, es Ella quien acompaña y asiste, nosotros sólo somos sus instrumentos para llevar su misericordia de Madre”, añade, subrayando que “la fundación tiene un profundo espíritu mariano por su vinculación con La Compañía de María, Madre de los Sacerdotes”, asociación privada de fieles dedicada a la oración por la santidad de los sacerdotes.

Cada Navidad desde hace 10 años, destaca, la fundación lleva adelante una campaña de “Cenas Navideñas”, que “consiste en llevar cena de navidad para sacerdotes y seminaristas muy necesitados”.

“La vida espiritual se ve enriquecida cuando uno pone su fe por obra, practicando el desprendimiento y la caridad”, asegura la presidenta de La Morada de la Misericordia, pues “Dios nunca se deja ganar en generosidad y va obrando en el alma de cada uno”.

Al invitar a quienes deseen a unirse “a compartir la alegría de la Navidad con nuestros sacerdotes y seminaristas”, Almaraz señaló que la fundación puede recibir donaciones en México a través del banco BBVA Bancomer, con el número de cuenta 0113972569 y con la clabe interbancaria 012180001139725697, usando como concepto “Donativo”.

“Las personas pueden acercarse a nosotros para ayudar (a los sacerdotes y seminaristas) y en la fundación damos cauce a esa generosidad a través de ayuda a sus casas parroquiales y para ellos mismos en sus necesidades básicas”, señala.