A menos de una semana de la celebración de la Fiesta de la Virgen de Guadalupe, la Iglesia Católica aseguró que la “Morenita del Tepeyac” le recuerda a los mexicanos “que somos un mismo pueblo, llamado a reconstruir la confianza y a vencer la indiferencia”.
En el editorial de este domingo 7 de diciembre, en su semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis Primada de México destacó que en estos días la Basílica de Guadalupe se prepara para recibir a millones de peregrinos, quienes hacen su recorrido “con cansancio, con promesas, con silencios que pesan y con esperanzas que sostienen”.
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“En un país marcado por la polarización, el miedo y la violencia, la imagen de esos peregrinos nos recuerda que México todavía sabe caminar unido”, aseguró.
La Arquidiócesis Primada destacó que durante los casi 500 años que han pasado desde sus apariciones en el cerro del Tepeyac, al indio San Juan Diego, la Virgen de Guadalupe ha sido para los mexicanos “un punto de encuentro cuando las divisiones parecen irreparables”.
“El acontecimiento guadalupano marcó profundamente el rumbo del Evangelio en el nuevo mundo, transformó la historia de la fe en América, y abrió un camino de reconciliación entre pueblos que se miraban con desconfianza. Bajo su manto, todos encontraron un hogar común”, aseguró.
Recordó además la homilía del Papa Francisco en la Basílica de Guadalupe, 13 de febrero de 2016, en la que el Pontífice argentino aseguró que en el amanecer del día de la aparición de la Virgen “Dios se acercó y se acerca al corazón sufriente pero resistente de tantas madres, padres, abuelos que han visto partir, perder o incluso arrebatarles criminalmente a sus hijos”.
En ese sentido, la arquidiócesis subrayó que “en las peregrinaciones vemos a familias que buscan consuelo, jóvenes que claman por un futuro distinto, migrantes que piden protección, víctimas que anhelan justicia. Cada peregrino en movimiento representa un acto de esperanza que resiste al desencanto social”.
“Hoy, cuando México necesita puentes y no muros, diálogo y no confrontación, Guadalupe vuelve a recordarnos que somos un mismo pueblo, llamado a reconstruir la confianza y a vencer la indiferencia. Su mensaje escucha, acoge, protege y acompaña”.
“Unámonos en oración a la Virgen de Guadalupe, agradeciendo su presencia entre nosotros y pidiendo que bendiga a todos los peregrinos, y nos haga instrumentos de unidad, paz y esperanza para México”, concluyó.







