La Iglesia Católica en México expresó su rechazo al intento de legalizar en el país la eutanasia, también conocida como suicidio asistido, y advirtió del “riesgo de validar ideologías totalitarias y eugenésicas”. 

En el editorial de su semanario Desde la fe, titulado El bien morir y el mito de la eutanasia, la Arquidiócesis Primada de México lamentó que “se ha iniciado una campaña de promoción de la eutanasia, dando por hecho que eutanasia significa lo mismo que bien morir”. 

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Al respecto, calificó de “un error mayúsculo desde el punto de vista antropológico, jurídico y de derechos humanos” creer que la Constitución mexicana “solamente protege la vida digna”, mientras que a “aquella vida que tiene dolor y sufrimiento, se le considera indigna”. 

Con esta perspectiva, advirtió, “estaríamos en riesgo de validar ideologías totalitarias y eugenésicas que han existido en la historia de la humanidad y tanto daño han hecho, desechando las vidas de millones que ‘no merecían ser vividas’”. 

También señaló que es “espeluznante” pensar que a quienes padecen enfermedades terminales en México “se les está ofreciendo la muerte como salida a su situación”. Esto, advirtió, “implica derrotarnos en las posibilidades de ofrecer alivio, acompañamiento y consuelo, a pesar de los avances de la ciencia”. 

La “Ley Trasciende” para legalizar la eutanasia en México 

El 29 de octubre, se presentó en la Cámara de Diputados del Congreso de México un proyecto de ley conocido como “Ley Trasciende”. Al anunciar la iniciativa, Samara Martínez, activista a favor de la eutanasia que padece lupus eritematoso sistémico, argumentó que “no es una ley sobre la muerte, es una ley sobre la vida, con sentido hasta el último aliento”. 

“Negar la posibilidad de una muerte digna no preserva la vida, prolonga el sufrimiento, y eso no es justicia, es omisión”, dijo. 

El proyecto es apoyado por el partido de gobierno Morena, junto al Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano. 

Según la diputada Patricia Mercado de Movimiento Ciudadano, la eutanasia “reafirma el derecho a la vida digna”; mientras que el senador Emmanuel Reyes, de Morena, aseguró que “hoy hay condiciones para avanzar” en la legislación de la eutanasia. 

A su turno, Ana Luisa Del Muro, del Partido del Trabajo, señaló que legalizar la eutanasia apunta a “morir con dignidad y, sobre todo, sin dolor”. 

Actualmente, el Código Penal Federal de México, en su artículo 312, establece de uno a cinco años de prisión para quien “prestare auxilio o indujere a otro para que se suicide”. 

La eutanasia “causa mucho sufrimiento” 

En un video difundido por el Frente Nacional por la Familia (FNF), la Dra. Marta Tarasco Michel, cofundadora de la Facultad de Bioética de la Universidad de Anahuac en México, indicó que “nadie en principio quiere morir”, y esto “es muy simple demostrarlo, consiste en poner una inyección letal que contiene el mismo tipo de medicamentos que la inyección letal de la pena de muerte”. 

En la eutanasia, dijo, “el paciente va a sentir mucho dolor, va a sentir asfixia. Esto se dice muy rápido, pero asfixiarse es algo muy difícil para cualquiera, entonces esto causa mucho sufrimiento”. 

Quienes promueven esta iniciativa legislativa, dijo la experta, “al menos tendrían que informar con claridad lo que es la eutanasia, lo poco que resuelve la situación y además poner muchísimos más servicios de cuidados paliativos para que el paciente realmente, al menos, pueda experimentar una mejoría de su sintomatología, no del curso natural de su enfermedad y entonces decida, bueno yo de todas formas me quisiera morir”. 

La Dra. Luz Adriana Templos Esteban, presidenta del Colegio Mexicano de Cuidados Paliativos y Soporte, A.C., lamentó en otro video compartido por el FNF que “a pesar de que México es uno de los países que tiene una normativa bastante completa en cuanto a cuidados paliativos, no tenemos la implementación adecuada y también evidentemente no se tiene de alguna manera dentro de las comunidades, las personas, los pacientes, el conocimiento de que se puede accesar al cuidado paliativo como un derecho humano”. 

“El cuidado paliativo nos permite mejorar la calidad de vida de las personas y obviamente ofrecer un sistema de acompañamiento, tanto para el paciente como para la familia”, destacó, de tal forma que “permitimos la muerte natural dentro de un marco de dignidad y evitando el sufrimiento que es justo lo que están buscando las personas”. 

“Lo que las personas quieren no es eutanasia, lo que quieren es no sufrir y obviamente que no se les quite la vida”, aseguró. 

“Hay que acabar con el dolor, no con el doliente” 

En su editorial, la Arquidiócesis Primada de México asegura que “existe la idea romantizada que la eutanasia implica morir sin dolor, pero también existen testimonios médicos de que la persona que se somete a una muerte vía inyección letal, sí sufre, y no es agradable para los seres queridos ver esa escena”. 

Más adelante, apunta a que la iniciativa “menciona que la eutanasia podrá solicitarse ante Notario Público, y que existe la objeción de conciencia para los médicos. La pregunta siguiente es: ¿Los notarios públicos no tendrían derecho a la objeción de conciencia?”. 

Recordando la existencia y desarrollo de los cuidados paliativos, “que permiten cada vez más, a las personas, morir acompañadas de sus familiares, en casa, de manera natural”, la arquidiócesis subrayó que “debemos hacer realidad una frase que cada vez es más famosa, ‘hay que acabar con el dolor, no con el doliente’”. 

“Los recursos que el Estado debe dedicar a los cuidados paliativos, son bastantes, pero son necesarios, por la dignidad de todos los mexicanos, sanos y enfermos”, subrayó, advirtiendo que “querer reducir esos gastos ofreciendo la eutanasia es inhumano, y es símbolo de un estado claudicante a su deber”. 

La Arquidiócesis de México destacó al final de su editorial que el Papa León XIV ha pedido dedicar noviembre a la oración por la prevención del suicidio, señalando que “el Papa nos recuerda que ni el dolor ni el sufrimiento quitan el valor de la vida”. 

“Invitamos a los poderes del Estados a no irse por la salida fácil para las enfermedades, a que no se obligue a notarios y médicos a ir en contra de sus convicciones y su conciencia, y a trabajar para que todos los enfermos puedan recibir los medicamentos y tratamientos, la atención es especializada, y el cariño de sus familiares, de manera que morir no sea la respuesta al dolor”, concluyó.