El Papa León XIV suscitó risas y aplausos el 24 de octubre cuando recordó haberle preguntado a su madre en la década de 1970 si quería la igualdad con los hombres. “No”, respondió ella, “porque ya somos mejores”.
El Papa compartió este recuerdo durante un debate sobre el papel de la mujer en la Iglesia, en la apertura del Jubileo de los Equipos Sinodales y Órganos Participativos, un encuentro de tres días para representantes involucrados en la implementación del proceso sinodal global.
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La historia, explicó, surgió en una época en la que los debates sobre la igualdad entre hombres y mujeres apenas comenzaban a tomar fuerza en su natal Estados Unidos. La respuesta de su madre, dijo, no fue una broma, sino una afirmación de los dones distintivos de las mujeres. "Las mujeres tienen muchos dones", añadió, recordando su papel vital en la vida familiar y parroquial.
El Papa León describió entonces una comunidad de hermanas en Perú cuyo carisma es servir donde no hay sacerdotes. “Bautizan, asisten en matrimonios y realizan una maravillosa labor misionera que sirve de testimonio incluso para muchos sacerdotes”, dijo.
Pero el Papa advirtió que en muchas partes del mundo las barreras culturales todavía impiden que las mujeres ejerzan el rol que les corresponde.
“No todos los obispos ni sacerdotes quieren permitir que las mujeres ejerzan lo que bien podría ser su función”, dijo. “Hay culturas donde las mujeres todavía sufren como si fueran ciudadanas de segunda clase”.
La tarea de la Iglesia, añadió, es ayudar a transformar esas culturas “según los valores del Evangelio”, para que se pueda eliminar la discriminación y “se respeten y valoren los dones y carismas de cada persona”.
Refiriéndose al proceso sinodal en su conjunto, el Papa insistió en que la sinodalidad “no es una campaña, es una forma de ser y una forma de ser para la Iglesia”. Afirmó asimismo que el objetivo no es imponer un “modelo uniforme”, sino fomentar un espíritu de conversión y comunión a través de la escucha y la misión.
En respuesta a las preguntas de los representantes de la Iglesia en África, Oceanía y América del Norte, el Papa León enfatizó la importancia de la paciencia y la formación.
“No todo avanza al mismo ritmo ni a la misma velocidad”, dijo. “A menudo, las resistencias surgen del miedo y la falta de conocimiento”. Sin una formación adecuada, advirtió, “habrá resistencias y falta de comprensión”.
En materia de medio ambiente, pidió valentía para responder al “clamor de la tierra”, instando a los católicos a no permanecer pasivos sino a “alzar la voz para cambiar el mundo y hacerlo un lugar mejor”.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA







