Así se vivió la canonización de San Carlo Acutis y San Pier Giorgio Frassati

El Obispo de Asís, Mons. Domenico Sorrentino, explicó cuál es “el secreto” de la vida de San Carlo Acutis, sepultado en el Santuario del Despojo en esa ciudad italiana.

Ante los restos mortales del primer santo milenial de la Iglesia Católica, el obispo resaltó que “no hay Eucaristía sin María. Carlo lo ha entendido. María y la Eucaristía eran para él un único amor. Veía a Jesús con los ojos de María y amaba a María con el corazón de Jesús”.

“Así este joven milenial nos dice (…) cuál ha sido el secreto de su vida y cuál debe ser el secreto de la nuestra: La Trinidad santa, la Eucaristía, María, son la compañía espiritual que constituye nuestro paraíso ya sobre esta tierra y prepara el del cielo”.

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Olga Domínguez, custodia de la Exposición Internacional de San Carlo Acutis en España, hace balance de su apostolado tras la canonización del joven italiano, que está sirviendo para ampliar su legado también en Hispanoamérica. 

Pocas horas después de la Misa de canonización, la primera del Pontificado de León XIV,  Domínguez expone a ACI Prensa que “Carlo no es para los jóvenes solo. Es para mí, con 55 ‘tacos’ [años], es para ti. Carlo nos hace revivir la fe desde lo más profundo, y  lo más profundo es la Eucaristía”. 

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La Iglesia Católica conmemorará la memoria litúrgica de San Carlo Acutis el 12 de octubre y de San Pier Giorgio Frassati el 4 de julio. Los dos jóvenes, modelos de santidad sencilla para millones de personas, fueron canonizados este domingo en una ceremonia multitudinaria celebrada por el Papa León XIV en la Plaza de Pedro.

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Muchos de los jóvenes que han participado en la Misa de canonización de Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati los sienten como como dos referentes que hablan directamente a su corazón por haber vivido sus mismos desafíos. Como, por ejemplo, un grupo de estudiantes de la Universidad de Dallas (Texas, Estados Unidos) que esperó con paciencia varias horas para poder acceder a la Plaza de San Pedro. Llegaron a Roma hace dos días tras más de diez horas de vuelo y, pese al cansancio, madrugaron para estar lo más cerca posible del Papa León XIV. Sin embargo, la alegría en sus rostros hablaba por sí sola.

“Tanto Acutis como Frassati eran chicos bastante normales como nosotros; no sé si es esta exactamente la palabra adecuada, pero disfrutaban mucho de la vida y la vivían al máximo, sabían cómo hacerlo de la manera correcta. Eso es un gran ejemplo para nosotros”, comentó Thomas.

Es su primera vez en Italia. Pero para ellos, este viaje es mucho más que una experiencia de diversión. “Es un regalo poder estar aquí”, aseguró Eugene, por su parte, que también reconoce sentirse impactado por el modo en que Acutis supo emplear la tecnología para evangelizar.

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Durante la histórica Misa de canonización de este domingo 7 de septiembre, se exhibieron dos reliquias de los nuevos santos, Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, colocadas a los pies de la imagen de la Virgen María en el altar de la Plaza de San Pedro del Vaticano.

En el caso de San Carlo Acutis, se presentó un fragmento de su corazón, símbolo de su profundo amor por la Eucaristía. Esta relevante reliquia  ha sido previamente venerada en distintos países.

Por su parte, el relicario de Frassati contenía un fragmento de un jersey que el joven alpinista utilizaba durante sus excursiones a la montaña, reflejo de su amor por la naturaleza.

Durante el rito de canonización, las reliquias fueron honradas con incienso por el Santo Padre, en un acto solemne de veneración y gratitud por el testimonio de santidad de estos jóvenes.

La familia de Carlo Acutis estuvo presente en la Misa de canonización. En las primeras filas se encontraban sus padres, Andrea y Antonia, acompañados por sus hermanos menores, los gemelos Michele y Francesca.

Michele fue el encargado de leer la primera lectura en inglés y, más tarde, toda la familia presentó las ofrendas al Papa León XIV.

Durante la homilía, al recordar que San Carlo Acutis descubrió a Jesús gracias al testimonio de su familia, el Santo Padre les dirigió un afectuoso saludo.

Al concluir el rito, después de que el Pontífice pronunciara en latín la fórmula de canonización, la emoción se hizo visible en el rostro de Antonia Salzano, madre de San Carlo, quien no pudo contener las lágrimas al ver a su hijo elevado a los altares.

El Papa León XIV presidió este domingo 7 de septiembre la histórica Misa de canonización de Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, dos jóvenes italianos que durante su corta vida fueron un ejemplo de santidad y ejemplo vivo del Amor de Cristo y cuyo testimonio sigue iluminando a los jóvenes de hoy en día.

Desde primeras horas de la mañana, los alrededores del Vaticano comenzaron a llenarse de peregrinos. Más de 80.000 fieles, llegados de distintos países, acudieron a Roma para vivir este acontecimiento histórico, que inicialmente estaba previsto para el 27 de abril, pero fue pospuesto tras el fallecimiento del Papa Francisco.

La Plaza de San Pedro se convirtió en un mar de banderas y colores. Desde lo alto de la columnata de Bernini se distinguían, sobre todo, los tonos blancos de las casullas de los más de dos mil sacerdotes que participaron en la ceremonia.

Lea aquí la homilía del Papa León XIV en la Misa de canonización de Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, celebrada este domingo 7 de septiembre en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

El Papa León XIV afirmó en su homilía durante la Misa de canonización que los nuevos santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis son una invitación para los jóvenes “a no malgastar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y hacer de  ella una obra maestra”.

El Santo Padre propuso a los nuevos santos como modelo para los jóvenes, quienes “nos animan con sus palabras: ‘No yo, sino Dios’, decía Carlo. Y Pier Giorgio:  Si tienes a Dios como centro de todas tus acciones, entonces llegarás hasta el final’”. 

“Esta es la  fórmula, sencilla pero segura, de su santidad. Y es también el testimonio que estamos llamados a imitar para disfrutar la vida al máximo e ir al encuentro del Señor en la fiesta del cielo”, destacó el Papa León XIV.

Cristian de 19 años, Romina, de 18, y Sabatino de 17, son tres jóvenes italianos, llenos de vida, que no querían perderse la canonización de Carlo Acutis. Han venido hasta Roma en autobús, con otros 150 chavales de su parroquia, enclavada en la provincia de Salerno (sur de Italia) con la convicción de que este joven fallecido por una leucemia cuando tenía 15 años ya está en los altares del cielo.

“Para nosotros ya es santo”, asegura Cristian como si la canonización que va a celebrar el Papa León XIV fuese apenas la confirmación oficial de lo que su comunidad vive desde hace tiempo.

Mientras esperan pacientemente en las inmediaciones de la plaza de San Pedro a que avancen los controles de seguridad, Romina explica con naturalidad que Acutis “ha concedido muchas gracias, que no han sido escritas, pero que para nosotros son grandes milagros”.

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