Hoy la Iglesia Católica celebra la Jornada Mundial de los Pobres, instituida por el Papa Francisco el 21 de noviembre de 2016, al concluir el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.
“A la luz del ‘Jubileo de las personas socialmente excluidas’, mientras en todas las catedrales y santuarios del mundo se cerraban las Puertas de la Misericordia, intuí que, como otro signo concreto de este Año Santo extraordinario, se debe celebrar en toda la Iglesia, en el XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario, la Jornada mundial de los pobres”, escribió el Santo Padre en la carta apostólica Misericordia et misera.
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En este documento, el Papa Francisco explica que dicha Jornada “ayudará a las comunidades y a cada bautizado a reflexionar cómo la pobreza está en el corazón del Evangelio y sobre el hecho que, mientras Lázaro esté echado a la puerta de nuestra casa, no podrá haber justicia ni paz social”.
En su mensaje para la Jornada del 2023, el Papa Francisco eligió por lema “No apartes tu rostro del pobre”, tomado del Libro de Tobías, del Antiguo Testamento.
El Santo Padre recuerda que en este libro se relata el “testamento espiritual” que el anciano Tobit deja a su hijo Tobías, quien partirá de viaje, y que consiste en alentarlo a que todos los días se acuerde del Señor: “No peques ni quebrantes sus mandamientos. Haz obras buenas todos los días de tu vida y no te metas en el camino de la injusticia”.
Tobit, añade el Papa, “se refiere a hechos concretos que consisten en hacer buenas obras y vivir rectamente. La exhortación se hace aún más específica: ‘A todos los que practican la justicia dales limosna con tus bienes, y al dar limosna, que tu ojo no tenga remordimientos’”.
En su mensaje, el Papa Francisco recuerda que el anciano queda ciego accidentalmente tras enterrar el cuerpo de un pobre hombre al que habían matado. “Ironía del destino: ¡haces un acto de caridad y te sobreviene la desgracia! Podemos pensarlo; pero la fe nos enseña a ir más allá. La ceguera de Tobit se convertirá en su fuerza para reconocer aún mejor las múltiples formas de pobreza que le rodeaban”, explica.
El Pontífice recuerda que además de la ceguera, a lo largo de su vida el anciano es puesto a prueba siendo desterrado de su tierra, perseguido por el rey y sus vecinos paganos.
“A pesar de ser tan bondadoso, es puesto a prueba. Como a menudo nos enseña la Sagrada Escritura, Dios no libra de las pruebas a los que hacen buenas obras. ¿Por qué? No lo hace para humillarnos, sino para que nuestra fe en Él sea firme”, escribe el Papa Francisco.
En ese sentido, explica que en estos tiempos de dificultades Tobit “descubre su propia pobreza, lo que le hace capaz de reconocer a los pobres”, por eso las palabras a su hijo Tobías: “No apartes tus ojos de todo pobre”.
El Papa Francisco señala que apartar la mirada de un pobre impide encontrarse “con el rostro del Señor Jesús”. “Estamos llamados a salir al encuentro de todo pobre y de todo tipo de pobreza, sacudiendo de nosotros la indiferencia y la obviedad con la que brindamos un bienestar ilusorio”, indica.
En ese sentido, alerta que la opulencia y la realidad virtual silencian y convierten a los pobres “en imágenes que pueden conmover durante unos instantes, pero cuando se encuentran en carne y hueso en la calle se apoderan de uno el fastidio y la marginación. La prisa, compañera cotidiana de la vida, impide detenerse, ayudar y preocuparse por el otro”.
Por ello, agradece a los hombres y mujeres que, como el buen samaritano, “viven su entrega a los pobres y excluidos y comparten con ellos”.
Estas personas, destaca, “no se limitan a dar algo: escuchan, dialogan, intentan comprender la situación y sus causas, dar consejos adecuados y referencias correctas. Están atentos a la necesidad material y también a la espiritual, a la promoción integral de la persona”.
“El Reino de Dios se hace presente y visible en este servicio generoso y gratuito”, expresa el Papa, quien llama a la vez a no caer en la retórica cuando se habla de los pobres, pues son personas con rostros, historias, corazones y almas, con méritos y defectos.
“El Libro de Tobías nos enseña la concreción de nuestra actuación con y para los pobres. Es una cuestión de justicia que nos compromete a todos a buscarnos y encontrarnos, a fomentar la armonía necesaria para que una comunidad se identifique como tal”, alienta el Papa Francisco en su mensaje de 2023.