Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, acusó al Cardenal Baltazar Porras de conspirar para impedir la canonización de San José Gregorio Hernández.

Este 19 de octubre, junto a Santa Carmen Rendiles y otros 5 nuevos santos, el “médico de los pobres” fue canonizado por el Papa León XIV.

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Maduro ejerce la jefatura de gobierno en Venezuela pero es acusado, a nivel nacional e internacional, de cometer fraude en las elecciones presidenciales de 28 de julio de 2024, donde presuntamente resultó reelecto para un tercer período de seis años.

Además, sobre el cuestionado mandatario venezolano recaen acusaciones de narcotráfico y terrorismo por parte del gobierno de Estados Unidos, señalándolo como jefe de una organización criminal conocida como el Cartel de los Soles.

Sobre Maduro también pesa una recompensa de 50 millones de dólares estadounidenses, ofrecida por el Departamento de Estado “por información conducente al arresto o condena” del líder chavista, siendo esta la mayor recompensa ofrecida por la captura de un criminal en la historia de los Estados Unidos.

El ataque que profirió Maduro en contra del Arzobispo Emérito de Caracas se enmarca en un extenso historial de atropellos y amenazas del chavismo en contra de la Iglesia Católica en Venezuela, una costumbre que parece recrudecer con motivo de la canonización de los dos primeros santos del país.

“Hubo mucha gente que conspiró desde la alta Curia en contra de José Gregorio”, dijo el presidente venezolano en un programa de televisión, el 20 de octubre.

“Algunos curas, como Baltazar Porras, dedicó [sic] su vida a conspirar contra José Gregorio Hernández. Lo digo con nombre y apellido: Baltazar Porras dedicó toda su vida para que José Gregorio no llegara, pero Baltazar Porras ha sido derrotado por Dios, por el pueblo y hoy José Gregorio es santo a pesar de ti y de los tuyos”, dijo el mandatario, quien no asistió a la ceremonia de canonización en el Vaticano.

El entorno del Cardenal Porras indicó a ACI Prensa que el purpurado no responderá a las acusaciones de Maduro.

La reacción del líder chavista llega después de que la semana pasada, en un evento realizado en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma, el Cardenal Porras pidiera la liberación de todos los presos políticos en Venezuela, que hasta hoy se cuentan en más de 800, según la organización Foro Penal.

“Vivimos en una situación moralmente inaceptable; la merma del ejercicio de la libertad ciudadana, el crecimiento de la pobreza, la militarización como forma de gobierno que incita la violencia y la introduce como parte de la vida cotidiana, la corrupción y la falta de autonomía de los poderes públicos y el irrespeto de la voluntad popular configuran un panorama que no ayuda a la convivencia pacífica ni a superar las carencias estructurales de la sociedad”, expresó el cardenal venezolano.

El Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, presidió una Misa de acción de gracias por la canonización de los dos primeros santos venezolanos, este lunes 20 de octubre, en la que también denunció la existencia de “prisiones injustas” y “oprimidos” en el país.

La agenda política del gobierno venezolano en Roma ha sido cuestionada por los medios durante estos días cercanos a la canonización, con críticos y activistas insinuando que su presencia en el Vaticano es un intento de proyectar una imagen positiva de orgullo y unidad nacional bajo el régimen de Maduro.

En el mismo acto celebrado en la Lateranense, un periodista católico venezolano fue agredido por un miembro de la delegación del gobierno venezolano presente en la actividad.

Poco antes de la Misa de canonización del 19 de octubre, el Cardenal Porras aseguró sentirse “profundamente contento” y catalogó el acontecimiento como un “momento histórico” para toda Venezuela.

“Doy gracias a Dios por permitirme compartirlo con todos ustedes”, dijo entonces el arzobispo emérito.