El Vaticano anunció este miércoles 15 de octubre que el Papa León XIV nombró al P. Ignacio Wu Jianlin como Obispo Auxiliar de Shanghái el 11 de agosto, y que su ordenación episcopal tiene lugar hoy en el marco del Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y la República Popular China.
La consagración del P. Wu Jianlin en la Catedral de San Ignacio marca un nuevo desarrollo en la compleja relación entre Pekín y el Vaticano.
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Las autoridades chinas habían anunciado previamente la “elección” de Wu por parte de una asamblea de sacerdotes y laicos el 28 de abril, durante el período de sede vacante tras la muerte del Papa Francisco.
El anuncio de la Santa Sede, publicado el miércoles, reveló que el Santo Padre aprobó la nominación de Wu el 11 de agosto.
Si bien su nombramiento no se había hecho público anteriormente, el anuncio sugiere que la medida se tomó de conformidad con el acuerdo entre el Vaticano y China.
En el momento de la elección de Wu, observadores expresaron preocupación de que Pekín estuviera aprovechando el interregno papal para afirmar el control sobre los nombramientos episcopales.
La declaración del Vaticano de este miércoles confirma que el nuevo nombramiento fue aprobado por el Papa León XIV.
Mons. Wu, de 55 años, nació el 27 de enero de 1970 y estudió filosofía y teología en el Seminario de Sheshan, en Shanghái, de 1991 a 1996. Fue ordenado sacerdote en 1997 y ejerció diversos cargos ministeriales.
Entre 2013 y 2023, ayudó a administrar la diócesis durante la prolongada sede vacante de Shanghái y posteriormente se desempeñó como vicario general.
¿El acuerdo como “semilla de esperanza”?
El Acuerdo Provisional, firmado por primera vez en 2018 y renovado en 2024 por cuatro años más, establece un sistema en el cual las autoridades chinas aparentemente proponen candidatos para el cargo episcopal, quienes luego deben recibir la aprobación pontificia antes de ser nombrados.
Sin embargo, los términos exactos del controvertido acuerdo no han sido publicados y la forma en que se aplica el proceso ha sido constantemente objeto de escrutinio.
El Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, ha defendido desde hace tiempo el acuerdo como un instrumento de diálogo en una situación imperfecta.
En un discurso del 11 de octubre, conmemorando el Concilio de Shanghái de 1924, Parolin describió el acuerdo como una “semilla de esperanza” que, pese a los contratiempos, podría dar fruto a largo plazo “en el anuncio del Evangelio, en la comunión con la Iglesia universal y el Obispo de Roma, y en una auténtica vida cristiana”.
En la misma conferencia, el Cardenal Luis Antonio Tagle, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, afirmó “la vida real y la rutina diaria ordinaria de las comunidades católicas en China”, aunque “la atención suele centrarse en cuestiones de nombramientos episcopales, incidentes locales, relaciones entre las autoridades políticas chinas y la Santa Sede, o problemas relacionados con la política religiosa del Estado”.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.







