El uso de internet para las actividades religiosas será más difícil en China luego que el gobierno comunista publicase el “Código de Conducta para el clero religioso en internet”, compuesto de 18 artículos cuyo objetivo es “mantener el orden en el campo religioso”.
Este código fue publicado el 15 de septiembre por el Departamento de Asuntos Religiosos del Partido Comunista y se aplica a todos los religiosos chinos y extranjeros que actúan en China, incluidos Hong Kong, Macao y Taiwán, a la que considera una isla rebelde.
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La agencia Asia News informó que el régimen emitió este reglamento partiendo de su premisa de que “el clero también ‘debe practicar los valores fundamentales del socialismo, adherirse al principio de independencia y autogestión de las religiones en el país, adherirse a la sinicización de las religiones y orientar activamente a las religiones para que se adapten a la sociedad socialista y conserven la armonía religiosa, la armonía social y la armonía étnica”.
Entre las varias restricciones, el documento señala que “el clero religioso no debe realizar actividades en línea como tales” y sólo puede predicar a través de los medios digitales oficiales “legalmente establecidos para grupos religiosos, escuelas religiosas, templos, monasterios e iglesias" que posean una licencia especial.
“Es obvia la prohibición de publicar ‘contenidos que inciten a la subversión del poder del Estado’ u oponerse al liderazgo del ‘Partido Comunista Chino’”, indica Asia News.
Un ejemplo es el artículo 10, que prohíbe “difundir ideas religiosas o inducir a los menores a la fe religiosa a través de internet”. Tampoco se puede “organizar la participación de menores en cursos de formación religiosa, campamentos de verano (o invierno), ni organizar u obligar a los menores a participar en actividades religiosas”.
“No debe organizar o participar en actividades religiosas en línea como ceremonias, cultos y misas, ni en rituales religiosos como el encendido de incienso, ofrendas a Buda, proclamación de las Sagradas Escrituras, observancia de preceptos y bautismos; ni llevar a cabo cursos o capacitación por Internet con contenido o connotaciones religiosas como 'meditaciones', 'purificaciones' y 'oraciones de sanación'", señala el código.
El código también prohíbe el uso de la inteligencia artificial para generar contenidos religiosos.
En caso de no seguir las normas, el gobierno ordenará la rectificación. En caso de no cumplirse, se aplicarán "sanciones de acuerdo con las leyes y regulaciones administrativas pertinentes", que incluyen la imposición de restricciones o el cierre de la propia cuenta en los sitios oficiales.
Sin embargo, el régimen comunista advierte que estas normas deben seguirse “incluso cuando realiza actividades en línea a través de plataformas web extranjeras".
La revista digital Bitter Winter, especializada en libertad religiosa, indicó que la finalidad del régimen de Xi Jinping es que “la expresión religiosa debe ser patriótica, partidaria y culturalmente purificada, una ‘predicación con características chinas’”.
“Si bien el documento se expresa en términos de ‘orden’ y ‘armonía’, sus implicaciones son contundentes. Criminaliza la expresión religiosa espontánea en línea, aísla al clero del discurso religioso global y somete el discurso sagrado a la atenta mirada de los censores estatales”, señaló.
Bitter Winter recuerda que “no es la primera vez que China refuerza su control sobre la vida religiosa, pero podría ser una de las más tecnológicamente invasivas”.
“En la era del ministerio digital, donde los sermones se transmiten en directo y las oraciones se transmiten por streaming, la regulación parece un intento deliberado de separar lo sagrado de lo social. El clero todavía puede hablar, pero sólo a través del megáfono del Partido”, advirtió.




