El atacante que mató a dos niños e hirió a otras 17 personas en la iglesia católica de la Anunciación en Minneapolis (Estados Unidos) el 27 de agosto expresó cierto pesar por su intento de “transicionar” a mujer cuando era menor de edad, según notas manuscritas que mostró en un video de YouTube antes del ataque.

Robin Westman, llamado “Robert” al nacer, cambió legalmente su nombre a los 17 años para reflejar su condición autoidentificada de chica transgénero. Documentos judiciales muestran que su madre aprobó el cambio de nombre.

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Westman publicó videos en YouTube poco antes del ataque, que contenían notas escritas, algunas en inglés y otras utilizando el alfabeto cirílico. Varios idiomas eslavos usan este sistema, pero Westman no escribió en ninguno de ellos. Más bien, trataba de calzar los sonidos de las letras cirílicas para formar palabras en inglés al ser leídas en voz alta.

Según una traducción parcial publicada por el New York Post, Westman escribió: “Lamento ser trans”, y añadió: “Ojalá fuera una chica. Sólo sé que no puedo lograr ese cuerpo con la tecnología que tenemos hoy. Además, no puedo costearlo”.

La traducción del Post indica que Westman también escribió que deseaba “nunca haberme lavado el cerebro a mí mismo”, pero mantenía el cabello largo “porque es prácticamente mi último vestigio de ser trans”.

“No puedo cortarme el cabello ahora ya que sería una derrota embarazosa, y podría ser un cambio preocupante de carácter que podría hacer que me reportaran”, escribió. “Siempre me estorba. Probablemente lo corte el día del ataque”.

Según la traducción, Westman escribió también: “Sé que no soy una mujer, pero definitivamente no me siento como un hombre”.

Jason Evert: Westman no recibió “la atención de salud mental que necesitaba”

El fundador de Chastity Project, Jason Evert, autor de Male, Female, Other? A Catholic Guide to Understanding Gender (Hombre, mujer, ¿otro? Una guía católica para comprender el género), dijo a EWTN News que cree que Westman “no estaba recibiendo... la atención de salud mental que necesitaba”.

Evert señaló que muchas personas que luchan con disforia de género suelen padecer otros problemas de salud mental, como trastorno depresivo mayor o trastorno límite de la personalidad, o han sufrido acoso, aislamiento y angustia social.

“Si les dicen: ‘Bueno, oye, tienes que cambiar tu ropa o cambiar tu nombre y te sentirás en casa en tu propio cuerpo’, ... se está privando a los jóvenes de la oportunidad de vivir en sus cuerpos y obtener la intervención clínica que realmente necesitan recibir”, señaló.

Evert explicó que los médicos en Estados Unidos principalmente siguen el “protocolo holandés”, que consiste en “afirmar” la identidad transgénero autoafirmada de la persona y luego proporcionar a los menores bloqueadores de la pubertad, hormonas cruzadas y, finalmente, cirugías de reasignación. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que la mayoría de los niños superan las inclinaciones transgénero y que las cirugías no resuelven sus problemas de salud mental.

“No está funcionando”, añadió. “Estamos contribuyendo a una enfermedad mental en lugar de tratarla realmente. Estamos privando a estos jóvenes de oportunidades y estrategias para aprender a vivir en sus cuerpos. Y en vez de eso, les damos hormonas y les decimos que pueden dañar su cuerpo para ser ellos mismos”.

No obstante, Evert pidió cautela para no sugerir que la disforia de género de Westman fue la causa del ataque, enfatizando que “la mayoría de las personas que experimentan disforia de género nunca cometerían una atrocidad como esta, y que la mayoría de quienes han cometido tiroteos en escuelas no se identifican como trans”.

“Creo que es importante explicar eso, para no generar animosidad entre los jóvenes que puedan estar luchando con su sentido de identidad sexual”, dijo Evert.

Lo que sabemos sobre el motivo del atacante

La policía no ha identificado un motivo claro hasta el momento, pero el director del FBI, Kash Patel, anunció que la agencia investiga la tragedia como “un acto de terrorismo doméstico y crimen de odio contra los católicos”.

Videos grabados por Westman antes del tiroteo muestran cierta motivación anticatólica.

Los videos revelan que Westman había pegado una imagen de Jesucristo con la corona de espinas en la cabeza de un objetivo con forma humana para practicar disparos. También escribió mensajes anticristianos en sus armas y cargadores, que incluían “¿Dónde está tu Dios?” y una burla a las palabras de Cristo, escribiendo “tomen todos de él y coman” en un rifle.

Algunos de los dibujos parecían satánicos, incluyendo un pentagrama invertido y una cruz invertida.

Otros mensajes mostraban odio hacia judíos, negros, hispanos, indios y árabes. También incluían amenazas contra el presidente estadounidense Donald Trump.

Algunos de los escritos de Westman destacan una lucha contra la depresión y pensamientos suicidas. También se disculpó con su familia por los problemas que su ataque les causaría, pero dejó claro que no sentía remordimiento hacia los niños que planeaba asesinar. Mostraba una fuerte afinidad por los asesinos en masa.

Westman fue bautizado y criado en la fe católica. Asistió a la iglesia y a la escuela que atacó, y su madre trabajó previamente en la parroquia como secretaria antes de jubilarse.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.