En el caos de la guerra entre Israel y Hamás, donde cualquier movimiento puede ser fatal, ni siquiera enterrar a los muertos está garantizado. El desafío es aún mayor para los cristianos, cuyos cementerios se encuentran en la parte norte de Gaza
En la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, la iglesia de la Resurrección del Señor, la Vigilia Pascual se celebra el sábado por la mañana en lugar de por la noche. Por esta razón, también se considera “la madre de todas las vigilias santas”.
“Que el Señor les dé la paz”, mensaje franciscano de saludo, resonó varias veces en las celebraciones de fin de año y comienzo del año nuevo 2024 en Tierra Santa.
La comunidad católica en Jerusalén comenzó el fin de semana antes de la Navidad con una velada de oración y música.
Debido a la guerra entre Israel y Hamás, las autoridades de Belén suspendieron las celebraciones de Navidad. Mientras, los cristianos acuden a las Misas buscando paz y esperanza para sobrellevar las consecuencias del conflicto en Tierra Santa.
El sábado 7 de octubre, Israel se encontró repentinamente en un estado de guerra. Una lluvia de cohetes desde la Franja de Gaza y ataques de terroristas de Hamas que se infiltraron en ciudades cerca de la frontera provocaron la muerte de más de 1.000 personas.