En la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén, la iglesia de la Resurrección del Señor, la Vigilia Pascual se celebra el sábado por la mañana en lugar de por la noche. Por esta razón, también se considera “la madre de todas las vigilias santas”.
La decisión está relacionada con el Status Quo, un acuerdo o conjunto de acuerdos que rigen la coexistencia y las prácticas religiosas en los lugares santos de la ciudad.
La solemne celebración del último sábado 30 de marzo fue presidida por el Patriarca Latino de Jerusalén, el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, frente al edículo del Santo Sepulcro, que contiene la tumba de Jesús.