Los católicos de Europa Central —especialmente en Eslovaquia, Chequia, Polonia y Hungría— desempeñan un papel vital en la promoción de la reconciliación y la paz en el continente, dijo a CNA —agencia en inglés de EWTN News— el embajador de Estados Unidos ante la Santa Sede tras una Misa especial celebrada en Roma el lunes.
La Misa del 25 de noviembre, presidida por el arzobispo Paul Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, conmemoró el 25º aniversario del Acuerdo Básico entre la Santa Sede y Eslovaquia, firmado el 24 de noviembre de 2000. El acuerdo regula diversos aspectos de la vida y de la situación jurídica de la Iglesia Católica en la República Eslovaca.
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Voces de fe en una región herida
“La región de Europa Central y Eslovaquia es de importancia crítica para todo el continente”, dijo el embajador Brian Burch a CNA después de la liturgia. “En particular, los pueblos católicos de esas tierras tienen una rica historia que desempeña un papel vital en la reconciliación necesaria para lograr la paz”.
El embajador dijo que se une en oración a los habitantes de la región “para que el conflicto [en Ucrania, al este de Eslovaquia] termine pronto y para que las voces de fe y fortaleza prevalezcan”.
El recuerdo de un testimonio de santidad
La Misa se celebró en la iglesia de Gesù e Maria (Jesús y María) en Roma, que alberga la tumba de Alojz Chmeľ, un agustino descalzo eslovaco declarado Siervo de Dios. Chmeľ murió en Roma siendo seminarista, tras luchar contra un cáncer, y fue recordado por Gallagher como un joven caracterizado por su “estudio paciente, oración asidua y docilidad de espíritu”.
“La historia de una nación”, dijo el arzobispo, “puede convertirse en un acto de fidelidad”.
El prelado subrayó que la comunión expresada en el acuerdo eslovaco–vaticano “no es meramente un acto jurídico”. Más bien, hunde sus raíces en un patrimonio cristiano de siglos, que se remonta al siglo IX, cuando los santos Cirilo y Metodio llevaron el Evangelio, la liturgia y una lengua escrita a los pueblos eslavos de la Gran Moravia.
Paz a través de la justicia y el diálogo
“Desde entonces”, señaló Gallagher, “una primavera espiritual ha atravesado los siglos, dado que la fe y el Evangelio establecen la civilización y el diálogo entre la Iglesia y la nación”.
Los acuerdos fundados en la justicia, el respeto mutuo y la responsabilidad compartida, añadió, son “signos de paz, instrumentos de dignidad, semillas de un bien futuro”.
Juraj Priputen, embajador de Eslovaquia ante la Santa Sede, también se refirió al significado del aniversario. “Aunque el mundo que nos rodea cambie”, dijo, “los valores que apreciamos deben permanecer”.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.






