Los chilenos acudirán este domingo 16 de noviembre a las urnas para elegir a su presidente, que sucederá en el cargo al mandatario izquierdista Gabriel Boric. 

En un contexto de creciente violencia, crisis migratoria e inseguridad en las calles, sumado a la intención de algunos sectores políticos de impulsar leyes como el aborto y la eutanasia, candidatos de distintos bloques se enfrentarán para buscar ser el próximo gobierno. 

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Tras las elecciones primarias de junio, Jeannette Jara, del Partido Comunista, resultó como candidata de la coalición Unidad por Chile, bloque al que pertenece el actual presidente Gabriel Boric.   

Los diferentes movimientos de derecha, por su parte, no participaron de las primarias, por lo que hoy son cuatro los candidatos que buscarán la presidencia: Evelyn Matthei, José Antonio Kast, Johannes Kaiser y Franco Parisi

Los tres candidatos independientes son Eduardo Artés, de izquierda; Marco Enríquez-Ominami, fundador del disuelto Partido Progresista; y Harold Mayne-Nicholls, expresidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional.  

En caso de que ningún candidato logre la mayoría absoluta (más del 50% de los votos), los más votados competirán en la segunda vuelta el 14 de diciembre. 

Por estos días, los debates entre los ocho candidatos a la presidencia se centran en las propuestas en materia de seguridad, para combatir la criminalidad que preocupa a los chilenos. 

Hasta el momento, lideran las encuestas Jeannette Jara y José Antonio Kast, aunque el pronóstico es que ninguno obtendrá la mayoría absoluta y volverán a competir en un posible balotaje. 

¿Qué postura tienen los candidatos frente al aborto? 

En Chile, el aborto está despenalizado bajo tres causales: riesgo de vida para la gestante, inviabilidad fetal de carácter letal, y embarazo resultado de violación. En el caso de la tercera causal, el aborto no tiene sanción hasta las 12 semanas de gestación para mayores de 14 años, y hasta las 14 semanas en menores de 14 años. 

En los últimos meses, el gobierno de Gabriel Boric presentó un nuevo proyecto para eliminar esas causales y que el aborto esté permitido hasta las 14 semanas de embarazo. 

La candidata Jeannette Jara declaró en TVN Chile: “Yo estoy de acuerdo con ese proyecto de ley y lo que he resuelto es presentar en mi complemento de programa, que en Chile este debate se pueda dar de forma democrática y así lo voy a impulsar”.  

En el caso de ser elegida, puntualizó, “nosotros vamos a continuar su tramitación, si es que no se alcanza a resolver ahora, que sería lo ideal”. Además, aseguró que le daría urgencia, por ser un proyecto “tan relevante para la vida de las mujeres” 

“Voy a continuar la tramitación del proyecto de despenalización del aborto hasta la semana 14”, sintetizó la candidata de Unidad por Chile. 

En el caso de José Antonio Kast, ya se presentó como candidato en las elecciones pasadas y quedó en segundo lugar. En años anteriores, se pronunció de manera contundente en contra del aborto y a favor de la objeción de conciencia en médicos que se nieguen a realizarlos. Sin embargo, en sus promesas de campaña 2025 no se menciona el tema. 

En su intervención durante el debate presidencial, expresó: “Defiendo la vida desde la concepción hasta la muerte natural”. Sin embargo, consideró que hoy la emergencia en salud en Chile tiene que ver con las 40.000 personas que mueren por año a la espera de atención médica. En ese sentido, expuso que “el gobierno y la izquierda” quieren instalar el debate sobre el aborto “para sacarnos de los debates principales que hoy día tienen que ocupar a la ciudadanía”. 

Evelyn Matthei, por su parte, afirmó que, en su eventual presidencia, en materia legal sobre el aborto “no retrocedería en nada en lo que hay”, pero no se pronunció respecto a un nuevo proyecto de ley. 

Johannes Kaiser afirmó: “Matar guagüitas [bebés] no está dentro de nuestro programa y no voy a entrar yo como Herodes a la historia de Chile siendo entonces un presidente que apoya una ley de aborto libre”, recoge Teletrece

El candidato Franco Parisi, por su parte, basado en “la libertad de elección de la vida sexual”, propone para su gobierno “aborto en tres causales, más píldora del día después, también que no se tenga que pedir receta médica para las píldoras anticonceptivas”. 

En el debate, el candidato Eduardo Artés expresó su apoyo a la despenalización del aborto, bajo el argumento de que "la sociedad nuestra es abortiva, la sobreexplotación de las mujeres es abortivo, los malos sueldos, las malas viviendas... Todas las condiciones pésimas que se viven diariamente, eso es abortivo". 

Marco Enríquez-Ominami, por su parte, sacó a relucir su pasado al recordar ante la audiencia chilena: “En el año 2006, cuando era diputado, fui el primer autor de una ley que no busca promover el aborto, busca que ustedes mujeres no se vayan presas”. 

“Yo estoy a favor de despenalizar el aborto”, sintetizó. 

En el debate, el candidato Harold Mayne-Nicholls se mostró a favor de la ley actualmente vigente, pero consideró que lo correcto sería “seguir avanzando en más causales” y no directamente hacia un aborto libre sin causales, sino haciendo un análisis completo. 

En el Tedeum ecuménico celebrado en septiembre ante un nuevo aniversario patrio, el Arzobispo de Santiago, Cardenal Fernando Chomali, dejó expuesta ante el presidente Boric, quien asistió a la ceremonia, la postura de la Iglesia ante el aborto y la eutanasia: “Chile es un país laico, lo sabemos, pero ello no significa que los creyentes tengamos que guardar silencio cuando vemos amenazados los fundamentos de la democracia y del Estado de derecho, sobre todo cuando se pretende aprobar leyes claramente injustas como el aborto y la eutanasia, porque atentan contra quienes el Estado debiese cuidar y proteger celosamente, los más débiles”. 

¿Qué piensan los candidatos sobre la eutanasia? 

En una de sus últimas cuentas públicas, el presidente Gabriel Boric había dado prioridad al trámite de una ley de eutanasia en el país, y comenzó a discutirse en el Congreso un proyecto que ya tiene varios años, con el propósito de dar curso a la ley bajo su administración. Sin embargo, en las últimas semanas, el presidente le bajó la urgencia y postergó su discusión, por lo que no ha tenido avances significativos. 

El proyecto busca establecer el derecho a optar voluntariamente a recibir asistencia médica para acelerar la muerte en casos de enfermedad terminal e incurable, y aclara que esta práctica debe estar orientada a causar una muerte rápida, sin dolor y con el menor sufrimiento posible. 

Harold Mayne-Nicholls es uno de los candidatos que se ha pronunciado a favor de la eutanasia. “Yo creo que ese es un proyecto que yo estaría en condiciones de apoyar siempre y cuando vengan evidentemente con un dictamen médico y la familia completa esté de acuerdo”, expuso en el debate presidencial.  

Franco Parisi, por su parte, asegura estar en “un conflicto” donde su cabeza le dice que “es lógico” acudir a la eutanasia, pero su corazón le dice que “siempre hay esperanza”. Por eso, en el caso de convertirse en presidente, asegura que llevaría el tema a plebiscito. 

Marco Enríquez- Ominami ha afirmado: “Estoy a favor de la eutanasia, del derecho a morir dignamente. Soy católico, pero creo en la ciencia y en la libertad individual”. 

En una entrevista concedida en agosto a radio ADN, Eduardo Artés aseguró que la eutanasia “es un derecho”, y añadió que “uno debiera, en un momento determinado, tener la posibilidad de decidir”. 

Según una encuesta realizada recientemente por el Centro de Estudios Públicos (CEP), la mayoría de los chilenos (57%) apoyan la eutanasia en casos especiales, un 29% piensa que se debería permitir en cualquier circunstancia, y sólo un 12% opta por su prohibición. 

Los candidatos que hoy parecen tener más oportunidades de ganar no abordaron temas de la llamada “agenda valórica” en sus programas de campaña. Jeannette Jara y José Antonio Kast no han mencionado la eutanasia en sus promesas, argumentando que las prioridades hoy son otras. 

Quien se manifestó abiertamente en contra fue el candidato Johannes Kaiser, oponiéndose al plan del gobierno de Boric de legalizar la eutanasia: “Este gobierno, que tiene 2.700.000 personas en lista de espera [para ser atendidas en el sistema de salud], a la que se le mueren 40.000 personas en listas de espera, parece que lo único que le preocupa es poder matar más gente, ya sea a través del aborto o a través de la eutanasia”, recoge La Tercera

También lo hizo Evelyn Matthei, quien manifestó en el ciclo El Candidato: “En general yo estoy totalmente en contra de la eutanasia. Creo que la mayoría de la gente que necesita o que quiere la eutanasia es porque tiene dolor y eso se puede mitigar, se puede eliminar”. Sin embargo, afirmó que llevaría a evaluación “casos extremos”. 

La crisis de los migrantes en Chile 

Las cifras de la migración en Chile han experimentado un gran aumento en el último tiempo, en especial en los últimos 7 años, con numerosos inmigrantes llegados desde Venezuela, Perú y Colombia, sumando 1.6 millones de personas según el Censo 2024, un 8,8% de los habitantes. 

La Iglesia Católica, a través de sus distintos organismos y pastorales, se ha mantenido atenta y servicial ante el drama humanitario que viven miles de migrantes, en especial en torno a regularizar su situación en el país, con la mirada puesta en la persona, centro de toda acción social y pastoral. 

Entre los desafíos más importantes que se plantea la Iglesia en este sentido, está el apoyo a las comunidades a las que llegan los grandes flujos migratorios; la necesidad de una mayor coordinación con el Estado; y la situación de los más pequeños y de los refugiados. 

Sin embargo, muchos sectores asocian el crecimiento del número de inmigrantes con el aumento de la criminalidad, la delincuencia y la violencia en Chile, y consideran que un control más estricto e incluso la expulsión de los inmigrantes indocumentados beneficiará a Chile en términos de seguridad. 

Al respecto, la candidata Jeannette Jara consideró que el tema de la migración es grave y su solución compleja. “El tema es que ya hay bastantes migrantes en el país y, por cierto, muchos de ellos han venido a contribuir, a hacer sus vidas, saliendo de sus países por distintas razones que ni una de ellas es muy alegre, ¿no? pero hay otros que también han venido a cometer delitos”, señaló, según recoge EPCH. Por eso, propone fortalecer las capacidades de los organismos que controlan el flujo migratorio y “reconducir a quienes han venido a cometer crímenes y que, previo proceso judicial, así se determine”.  

“Yo sé que a veces se acrecienta un sentimiento anti-migrante pero la verdad es que todas las personas tienen derechos humanos”, afirmó, insistiendo en que “aquellos que han venido a cometer delitos efectivamente tienen que volver a su país de origen”. 

José Antonio Kast, por su parte, propone que los 336.000 migrantes indocumentados que residen en Chile regresen voluntariamente a sus países de origen, y colaboren con el pago de su pasaje de regreso. Si no se van, el candidato del Partido Republicano ha advertido que, de llegar a la presidencia, impondrá sanciones. “Si alguien no sale voluntariamente y tenemos que buscarlo y expulsarlo, nunca más va a entrar a suelo chileno”, afirmó. 

En su programa de gobierno, Evelyn Matthei se hace eco del que, considera, es el pedido de la ciudadanía chilena: “soluciones efectivas en materia de seguridad nacional y contra los diversos enemigos que atentan contra ella: el crimen organizado, la delincuencia común, el narcotráfico y la inmigración ilegal”. 

Ante esto, propone poner fin al “ingreso descontrolado de inmigrantes”, recuperando el control de fronteras con la creación de una Policía Militar Fronteriza; tecnologías e infraestructura (con barreras como fosas, pretiles y otras) para “cerrar las rutas de acceso ilegal y contrabando”; y dos centros de expulsión con tecnología biométrica. Además, promete, “eliminaremos los privilegios a migrantes irregulares y sanciones a quienes colaboran”. 

En un ciclo de seminarios presidenciales organizado por la Universidad Católica de Chile (UC), Franco Parisi se refirió a los migrantes: "Yo no comparto que la migración es un derecho humano", sino que “venir a Chile es un privilegio, se tiene que respetar y no se respeta". 

Ante esto, insistió en su postura de cerrar las fronteras para los inmigrantes indocumentados: “El que entró caminando tiene que salir caminando y, si quiere volver, que lo haga como corresponde, en el consulado de Chile en su país", precisó.  

Asimismo, propuso implementar barco-cárceles y “sacar a los militares a la calle”.  

Durante un acto de campaña en Viña del Mar, Johannes Kaiser se pronunció sobre el tema, proponiendo la creación de campos de migrantes, la deportación de inmigrantes ilegales y la salida de sus hijos del país. 

También enfrentó la postura de la Iglesia Católica diciendo: “Si la Iglesia Católica está dispuesta a abrir sus templos, a abrir sus casas de acogida para los inmigrantes ilegales e instalarlos ahí… entonces que lo diga de frentón”, recoge Radio Universidad

“Chile ya no da más”, aseguró, precisando que “los ilegales no pagan cotizaciones, no hacen un aporte formal y generan un espacio en el cual se articula el crimen organizado no porque ellos sean malos, sino porque están en una situación de irregularidad… Y no puedo regularizarlos tampoco, porque si lo hago van a llegar más”. Por eso, anunció que, de resultar elegido, tomará “la decisión dura, sin duda, pero correcta, de hacer cumplir la ley”. 

Eduardo Artés planteó una posición diferente sobre el tema, denunciando que “la misma derecha, los mismos empresarios que fomentaron la llegada de mano de obra barata para abaratar los costos hoy día piden la salida de los extranjeros (...) Es por eso que antes de colocar como centro de todo al extranjero hay que ver los problemas de fondo”. 

“Sin lugar a dudas que a todos aquellos que cometen errores, que cometen barbaridades, debe colocarse la mano más dura posible, eso sí, pero no estemos rasgando vestiduras, mirémonos las caritas”, exhortó. 

En este punto, Marco Enríquez-Ominami sostiene lo expresado en 2024: “La criminalización de la migración sólo agrava la crisis”, consideró entonces, proponiendo “expulsar a presos condenados a sus países de origen, ayudando a descomprimir el sistema carcelario”. 

“Necesitamos una legislación que incluya un mayor control y recursos para patrullas fronterizas, políticas de visado justas y acuerdos bilaterales efectivos. Pero serán insuficientes sin cooperación internacional y ofrecer programas de retorno voluntario asistido”, afirmó. 

Harold Mayne-Nicholls compartió su posición en las redes sociales: “Hay algo que no podemos olvidar: migrar es un derecho humano. Baste con mirar los apellidos de quienes somos candidatos. Venimos de historias de esfuerzo, de familias que buscaron un mejor futuro y encontraron en Chile un hogar. Por eso, debemos hablar de migración con responsabilidad, pero también con humanidad”. 

“Regular, ordenar y proteger nuestras fronteras es necesario, sí. Pero hacerlo sin perder la empatía, porque detrás de cada nombre hay una historia, una esperanza, un sueño”, valoró, llamando a que Chile continúe siendo “tierra de encuentro".