El Cardenal Gerhard Müller ha llamado a superar la división ideológica en la Iglesia Católica, en una entrevista concedida a La Sacristía de la Vendée, en la que reflexiona sobre la “instrumentalización” de los casos de abusos. 

Realizada el pasado mes de julio, la entrevista fue difundida ayer después de que el coordinador de la tertulia sacerdotal, P. Francisco José Delgado, haya sido declarado inocente de las acusaciones de “suscitar odio” contra la Santa Sede, interferir en la investigación sobre el Sodalicio de Vida Cristiana (SCV) y afectar la "buena fama" del laico José Enrique Escardó, uno de los principales promotores del proceso contra el SCV.  

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El Cardenal Müller afirmó que, desde su inicio, se han dado divisiones en la Iglesia Católica “a causa de estas falsas doctrinas, herejías o ideologías paganas”, frente a lo que propuso que “cada uno tiene que ser consciente de seguir a Jesucristo y no a las ideologías”.  

Para el purpurado, en el seno de la Iglesia Católica no es posible definirse como conservador, tradicionalista o progresista: “Tenemos que superar estas divisiones que vienen de la Revolución Francesa, de los Jacobinos. En ese Parlamento existieron estos grupos de la derecha, de la izquierda, pero son conceptos políticos, ideológicos, y no son conceptos cristianos”. 

“Nosotros formamos una unidad en Jesucristo, un solo Cristo, la cabeza de la Iglesia y nosotros somos miembros de un solo cuerpo, un solo Señor, un solo Dios, un solo bautismo y una eucaristía. Los sacramentos valen para todos y nosotros estamos unidos en el amor, en la fe, en la esperanza. Esta es la definición de la Iglesia y no de una ideología, de una NGO (Organización No Gubernamental, por sus siglas en inglés)”. 

Instrumentalización de los casos de abuso 

Por otro lado, el Cardenal Müller abordó la cuestión sobre los procesos canónicos derivados de acusaciones de abuso sexual y su utilización desde fuera y dentro de la Iglesia. Tras reconocer que las víctimas “exigen con todo derecho la justicia”, afirmó que “no se puede exigir o realizar la justicia a costa de los inocentes”. Para condenar a una persona, argumentó, “necesitamos la satisfacción de que era culpable y también una forma de juicio que sea adecuada”.  

“Tenemos también, a lado de estos casos reales, no pocas acusaciones falsas”, sobre todo contra sacerdotes fallecidos. En este sentido, añadió: “Algunos enemigos de la Iglesia instrumentalizan los escándalos, o no escándalos, cuando se trata de inocentes falsamente acusados, para hacer daño a la imagen del sacerdote católico”. 

Frente a las investigaciones generalistas sobre toda la Iglesia Católica, el prefecto emérito del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, abogó por que se examinen los casos individuales “no contra un grupo” de forma indiscriminada, pues, a su juicio “esto es también pensamiento totalitario”.  

Al respecto, añadió que el crimen del abuso “tiene su causa en la moralidad o la inmoralidad de una persona, no en la gracia divina” del sacramento del orden, en el caso de los sacerdotes. De lo contrario, advirtió, había que decir que “Jesucristo es responsable por la traición de Judas”.  

“El Estado no es Dios” 

La conversación del P. Delgado con el Cardenal Müller también giró en torno a la realidad del martirio en la España del siglo XX y al Valle de los Caídos como monumento de reconciliación que el Gobierno de España quiere resignificar. 

Para el purpurado, “no es posible una reconciliación en la sociedad en la Iglesia, en ninguna comunidad olvidando los hechos del pasado”, subrayando que los mártires “son la corona, las joyas de la Iglesia”. “Son mártires del Evangelio, testigos de la resurrección, de la victoria de Jesús resucitado, y por ello son los primeros que invitan a todos nosotros a superar las ideologías que separan a las comunidades y a la Iglesia”.  

“El Estado tiene que retirarse de la conciencia de la gente. El Estado no es Dios en el mundo”, añadió.