Este 7 de noviembre la Iglesia Católica en Colombia se unió a la conmemoración de los 40 años del Holocausto del Palacio de Justicia, que comenzó con la toma del edificio por parte de un comando del M-19 y culminó con la retoma por parte del Ejército, con un saldo de unos 100 muertos. 

El M-19 fue una guerrilla que existió entre 1974 y 1990 y al que perteneció el actual presidente colombiano, Gustavo Petro. 

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Con ocasión del aniversario de la toma del Palacio de Justicia —que sigue siendo una herida abierta en el país—, la Conferencia Episcopal de Colombia se unió a las voces “que llaman a hacer un alto en el camino para revisar lo realizado durante estos años como respuesta a las víctimas y a la sociedad colombiana, acerca de la verdad de los acontecimientos, sus causas y consecuencias, la justicia, la reparación y la no repetición”.  

“La impunidad —recordó— siempre será incompatible con el orden moral y el Estado de derecho. Las víctimas siguen esperando estas acciones”.

Por ello, exhortó a escribir “nuevas páginas asumiendo la responsabilidad” con las nuevas generaciones, “cultivando la conciencia crítica, la memoria histórica, la solución pacífica de los conflictos y la convivencia fraterna, fundadas en el valor de la vida, la dignidad de toda persona humana y el respeto a las instituciones democráticas”.  

Los obispos recordaron que el Papa León XIV ha señalado que “la paz comienza por cada uno de nosotros”.  

“Con Cristo nuestra paz’, derribemos los odios que nos separan y oremos por los afectados, los desaparecidos, los sobrevivientes y sus familias, confiando el presente y el futuro de nuestra Patria a la intercesión fiel de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá”, alentó el Episcopado. 

Asimismo, este viernes se celebró una Misa en la Catedral Primada de Bogotá, presidida por el Arzobispo de Bogotá, Cardenal Luis José Rueda Aparicio; y concelebrada por varios obispos, entre ellos los miembros de la Presidencia del Episcopado y el Nuncio Apostólico, Mons. Paolo Rudelli. 

A la Eucaristía asistieron autoridades locales, representantes del Poder Judicial y familiares de las víctimas. 

En su homilía, el Cardenal Rueda dijo que este aniversario es también un llamado a hacer memoria “para reconocer nuestras graves equivocaciones y pedir perdón”, y así “emprender un camino sin violencia” para que hechos como el de noviembre de 1985 no se repitan. 

“¿Algún día podremos aprender que la violencia y la guerra lo destruye todo y que el odio y la violencia son un fracaso social?”, cuestionó el purpurado. 

Por ello, invitó a los colombianos a preguntarse si se ven como enemigos o si miran las cualidades y la dignidad. Indicó que esto último “nos permitirá caminar juntos, complementarnos, respetarnos, construir una sociedad acogedora y fraterna”. 

“Nos permitirá vivir la justicia de lo cotidiano, ser artesanos de una justicia que humaniza con la sabiduría de la amistad social. Todos somos justicia. Hoy podemos ser los protagonistas de la rehabilitación de nuestra sociedad herida”, afirmó. 

Los hechos del Palacio de Justicia   

El 6 de noviembre de 1985, entre las 10:30 y 11:00 de la mañana, 35 guerrilleros del M-19 —en dos grupos de 7 y 28 personas— ingresaron al Palacio de Justicia. Según el recuento publicado en el sitio web del Consejo de Estado, el grupo más numeroso “entró en tres carros por el parqueadero del Palacio a sangre y fuego indiscriminado”.  

En ese momento quedaron retenidas unas 300 personas, entre magistrados, empleados y ciudadanos que por algún motivo visitaban el edificio ubicado en el centro de Bogotá. 

Dos horas después, el Ejército inició la ofensiva con soldados, ocho vehículos blindados y tres helicópteros. La imagen del tanque tumbando la puerta principal es una de las escenas que han quedado en la memoria de los colombianos. 

Los combates en los cuatro pisos del edificio duraron 28 horas, con ráfagas de balas, estallidos de bombas e incendios. Uno de los momentos dramáticos fue escuchar a través de los medios al presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes Echandía, pedir infructuosamente que “cese el fuego”. 

Fachada del actual Palacio de Justicia, levantado sobre las ruinas del edificio destruido en 1985. Crédito: Eduardo Berdejo / EWTN.
Fachada del actual Palacio de Justicia, levantado sobre las ruinas del edificio destruido en 1985. Crédito: Eduardo Berdejo / EWTN.

En la tarde del 7 de noviembre, con el fin de los enfrentamientos, el saldo fue la muerte de unas 100 personas, entre ellas 11 magistrados. Pero también hubo desaparecidos cuyo destino aún se desconoce. 

En el 2008 se instaló una “Comisión de la Verdad sobre los hechos del Palacio de Justicia” que presentó su informe en noviembre de 2009, a 24 años del llamado “Holocausto del Palacio de Justicia”. 

Por su parte, el M-19 firmó un acuerdo de paz con el Estado colombiano en marzo de 1990, con lo que se desmovilizó y creó el partido Alianza Democrática M-19.