La noche del 25 de octubre el anda del Señor de los Milagros recorrió las afueras de la parroquia Santa Juliana, en Palm Beach, como signo de lo lejos que ha llegado una devoción multitudinaria que nació hace más de tres siglos de la mano de un negro esclavo en la antigua ciudad de Lima.

La expansión de este fervor popular fue destacada por el sacerdote dominicano Maximino Matos, vicario parroquial y quien celebró la Misa el pasado sábado.

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Misa por el Señor de los Milagros en la parroquia Santa Juliana en Palm Beach. Crédito: Pastoral Hispana de Palm Beach.
Misa por el Señor de los Milagros en la parroquia Santa Juliana en Palm Beach. Crédito: Pastoral Hispana de Palm Beach.

Durante su homilía, el P. Matos afirmó que Dios tiene predilección por los sencillos y, en ese sentido, recordó que la imagen del Señor de los Milagros fue “pintada por un esclavito. Un esclavito por allá que ni nombre debía tener. Pero miren lo que ha hecho Dios”.

“A través de una persona sencilla nos ha dejado una obra de arte que hoy recorre todo el mundo. Quien lo hizo no sabía que estaba haciendo algo que iba a llegar hasta donde ha llegado. El año pasado celebramos el 30 aniversario de la creación aquí de la hermandad”, añadió el sacerdote.

La imagen del Señor de los Milagros fue pintada a mediados del siglo XVII en una pared de adobe del barrio de Pachacamilla, que para esa fecha quedaba a las afueras de la ciudad de Lima, entonces capital del Virreinato del Perú. El autor fue un esclavo de origen angoleño.

La devoción comenzó a difundirse después del terremoto de 1655 que golpeó la ciudad, pero que no dañó la imagen.

Actualmente, esta devoción se celebra en varios países del mundo, a los que ha llegado gracias a las comunidades peruanas, como en ha sucedido en Estados Unidos, Italia, España, entre otros.

En el caso de la Diócesis de Palm Beach, la organización de la celebración ha sido llevada a cabo por la Hermandad del Señor de los Milagros, presidida por el diácono permanente Mario Neyra, junto a su esposa Patricia.

Durante la Misa también fue proyectado el video de saludo del Obispo de Palm Beach, Mons. Gerald Barbarito, quien recordó que la devoción al Señor de los Milagros está “profundamente arraigada en la fe y la cultura del Perú” y es muy “especial para el corazón de la Iglesia y para el Papa León XIV”. “Es una hermosa expresión de amor y unidad en Cristo”, afirmó.

Durante sus años de sacerdote y obispo, el actual Pontífice sirvió pastoralmente en la costa norte del país sudamericano y en la provincia del Callao.

El prelado también agradeció a la Hermandad “por el testimonio de su fe y por la alegría que brindan a nuestra familia diocesana a través de sus procesiones y celebraciones en toda la diócesis”.

“Que el Señor de los Milagros continúe bendiciéndolos a ustedes, a sus familias y a toda nuestra comunidad con paz y amor”, expresó Mons. Barbarito.