Hace más de 370 años un esclavo negro pintó en una pared de barro la imagen de Jesús, la cual sobrevivió a varios terremotos y ahora es venerada por millones de católicos alrededor del mundo.

La historia del Señor de los Milagros, una de las devociones más multitudinarias y apreciadas del Perú, se remonta al siglo XVII, cuando la población de la capital del Virreinato del Perú, Lima, crecía con la llegada de esclavos provenientes de África occidental, los cuales eran clasificados por castas, entre las que se encontraban los angolas.

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Pintura original del Señor de los Milagros / Crédito: Dominio Público

Estos últimos levantaron su cofradía en un galpón en la zona de Pachacamilla, a las afueras de lo que hoy se conoce como el centro histórico de Lima. En ese lugar, un esclavo angoleño, cuyo nombre se cree que era Pedro Dalcón o Benito, pintó en una pared de adobe la imagen de Cristo crucificado.

La imagen permaneció desconocida para muchos de los habitantes, hasta el 13 de noviembre de 1655, cuando un terrible terremoto estremeció la ciudad y dejó miles de muertos.

El movimiento sísmico derrumbó todas las paredes del galpón de la cofradía, menos el débil muro de adobe con la imagen de Cristo.

“Poco quedó en pie: un paño del muro del Cristo de Pachacamilla se mantuvo milagrosamente intacto, mientras que, en sus alrededores, reinaba la desolación”, indica la Enciclopedia Católica.

Sin embargo, la imagen volvió a quedar abandonada hasta que en 1671 el vecino de la parroquia de San Sebastián, Andrés de León, se conmueve al pasar frente al muro y decide asumir su cuidado. Ese mismo año, este devoto reza al Señor por la curación de un tumor y el milagro le fue concedido. Este hecho se difundió por la ciudad y cada vez más personas acudían a orar frente al Cristo moreno.

La Enciclopedia Católica relata que las autoridades civiles y religiosas decidieron eliminar la imagen por considerar inapropiada este tipo de devoción. Sin embargo, las personas que intentaron borrarla renunciaron a hacerlo debido a los hechos sobrenaturales que experimentaron.

“El pintor, lo intentó dos veces: la primera vez se desmayó, y la segunda quedó paralizado. Luego, otra persona, que también quiso intentarlo, sufrió de un temblor inusitado. Finalmente, una persona distinta de las anteriores, a la que se le ofrece paga, dijo que no podía hacerlo”, agregó.

El virrey Pedro Antonio Fernández de Castro, conocido también como el conde de Lemos, llegó a un acuerdo con las autoridades eclesiásticas para que se venerase la pintura en su lugar original y se levantara una ermita provisional.

Así, la Enciclopedia Católica recoge que "el 14 de setiembre de 1671, día de la Fiesta de la exaltación de la Cruz, se celebró la primera Misa delante del muro prodigioso. Para esa fecha ya habían sido agregadas las imágenes de la Virgen y de Santa María Magdalena".

Años después se añadieron las imágenes de Dios Padre y del Espíritu Santo, completando la escena del Calvario.

El Señor de los Milagros resistió otros terremotos, como el que destruyó la ciudad de Lima el 20 de octubre de 1687 y que inspiró al cuarto mayordomo, Sebastián de Antuñano y Rivas, a realizar la primera procesión de la imagen.

En 1746 ocurrió otro terremoto, considerado el más fuerte en la historia de Lima y que dejó devastadas la capital y el puerto del Callao.

“El terremoto de 1746 tampoco tumbó el muro, aunque dejó en ruinas a la capital. Con ello, la fe en el Cristo Moreno quedaba cimentada”, explicó el mayordomo general de la Hermandad del Señor de los Milagros de Nazarenas, Manuel Orrillo, a El Comercio.

Paulatinamente la devoción al Cristo Moreno se fue expandiendo y actualmente cientos de miles de personas acuden al Santuario de las Nazarenos —en cuyo altar está la imagen original—, especialmente en octubre para sacar en procesión una réplica de la imagen.

El Señor de los Milagros también recorre las calles en otros países de América y Europa, como Chile, Colombia, Argentina, Estados Unidos, Italia y Francia, donde las hermandades organizan las procesiones.

Debido a la pandemia de coronavirus, en 2020 y 2021, el Señor de los Milagros no salió en procesión, un hecho que no sucedía desde la Guerra del Pacífico, hace más de 110 años, que enfrentó a Perú y Chile. En el 2022, se reanudaron las procesiones.

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