Inspirados por la canción Alma misionera, cerca de mil jóvenes de Bogotá expresaron su deseo de comprometerse con la evangelización, pidiendo a Cristo que los lleve “donde los hombres necesiten tu Palabra”.

Así fue como culminó ayer el Jubileo de los Jóvenes de la Arquidiócesis de Bogotá (Colombia), un encuentro que tuvo lugar el 23 y 24 de agosto en las instalaciones de la parroquia San Juan Bosco, en el norte de la ciudad.

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Los peregrinos fueron convocados con el lema Y acampó entre nosotros, pues fueron dos días en los que fueron acogidos en carpas instaladas dentro del campo parroquial, compartiendo experiencias con jóvenes de distintas realidades, pero con el mismo deseo de encontrarse con el Señor. 

Para esto, desde el primer día los participantes fueron invitados a acercarse al Parque del Perdón, donde podían encontrar sacerdotes dispuestos a escucharlos y a administrarles el sacramento de la Reconciliación, y de ahí dirigirse a la Capilla de Adoración.

Durante ambas jornadas estos fueron dos espacios concurridos, pues no hubo momento en que no se acercaran los jóvenes, incluidos aquellos que formaron los grupos de voluntarios creados para que todo saliera según lo programado.

También hubo un ambiente dispuesto para que los peregrinos conocieran sobre las vocaciones a la vida consagrada y, ¿por qué no?, responder al llamado de Cristo ingresando en alguna de las congregaciones presentes.

Y además estuvo la carpa principal, la más grande de las que fueron levantadas en el campo para acoger, entre otras actividades, el rezo del Rosario y la Misa de clausura que fue presidida por el Obispo Auxiliar de Bogotá, Mons. Edwin Vanegas.

En el rezo de los misterios gloriosos, los participantes reflexionaron sobre la esperanza, virtud teologal que anima el Jubileo que celebra la Iglesia Católica hasta el 26 de enero de 2026. “Estamos llamados a llevar a Cristo a un mundo herido”, fue una de las frases que se les dijo a los jóvenes.

Y así, como muestra de la universalidad de la Iglesia, cada denario fue recitado progresivamente en portugués, inglés, italiano, francés y latín.

Ustedes son muy importantes en la obra hermosa de la salvación

Finalmente llegó el momento de la Misa, que comenzó con el ingreso en procesión de la cruz del Jubileo y de los sacerdotes que concelebraron la Eucaristía con Mons. Vanegas, quien en su homilía recordó a los jóvenes la importancia que tienen “en la obra hermosa de la salvación”.

En ese sentido, el obispo destacó la posibilidad que tuvieron los peregrinos de reconciliarse con Dios a través de la confesión y así “salgan también deseosos de ser misericordiosos como el Padre es misericordioso”.

Pero, además, los invitó a reflexionar sobre cómo van a narrar en sus ambientes lo que han experimentado en estos días, pues “cuando Jesús llega a la vida de uno y siembra su semilla en el corazón, tenemos necesariamente que ser elocuentes, que narrar lo que hemos vivido”.

Mons. Edwin Vanegas animó a los jóvenes a transmitir el Evangelio de Jesús en las redes sociales. Crédito: Eduardo Berdejo / EWTN.
Mons. Edwin Vanegas animó a los jóvenes a transmitir el Evangelio de Jesús en las redes sociales. Crédito: Eduardo Berdejo / EWTN.

“Que otros puedan tener la oportunidad de conocer la hermosa, bella y buena noticia de Jesús. Cuéntenlo, publíquenlo, que ojalá lo que podamos escribir en estos días en nuestras redes sean esas insinuaciones de Dios en el corazón, de pronto alguien necesita esa palabra, de pronto alguien necesita solamente que se active en su corazón una palabra de consuelo”, expresó.

El obispo también animó a los jóvenes a fortalecer las relaciones interpersonales para que no se queden sólo en lo virtual, y robustecer su encuentro con Dios a través de la oración de rodillas.

“Podemos tener recursos de muchas cosas, talentos, habilidades, pero hay algo que tenemos que cuidar mucho, y es la educación de nuestro espíritu, de nuestra vida interior”.

El obispo auxiliar alentó a los jóvenes a crecer en su vida espiritual para fortalecer la relación con Dios. Crédito: Eduardo Berdejo / EWTN.
El obispo auxiliar alentó a los jóvenes a crecer en su vida espiritual para fortalecer la relación con Dios. Crédito: Eduardo Berdejo / EWTN.

Asimismo, les dijo que si Dios los llama a entrar por la puerta estrecha “no es porque Jesús quiera ponérnosla difícil, no, (sino) porque Él quiere que entremos uno por uno, para poder mirarnos al corazón y decirnos ‘valió la pena la vida que di por ti’.

Mons. Vanegas recordó que la Iglesia está viviendo el Año de la Esperanza y necesita de los jóvenes para poder llevar la esperanza cristiana a este mundo que la necesita.