La Conferencia Episcopal de Colombia y la Arquidiócesis de Cali condenaron los ataques terroristas cometidos ayer por las disidencias de las FARC en Cali y Amalfi y que dejan, hasta el momento, 19 muertos y decenas de heridos.
“Condenamos con vehemencia los atentados terroristas del día 21 de agosto en el Municipio de Amalfi (Antioquia), la ciudad de Cali y otros lugares del país en los que han resultado varias personas heridas y han perdido la vida numerosos miembros de la Fuerza Pública y de la sociedad civil”, indica el Episcopado en un comunicado publicado hoy.
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Los obispos manifiestan también su solidaridad con las familias de las víctimas, “en estos momentos en los que la violencia sigue tocando a las puertas de los hogares colombianos sembrando dolor y desesperanza”.
La violencia también fue condenada por el Arzobispo de Cali, Mons. Luis Fernando Rodríguez, quien pidió a la justicia que actúe contra quienes están detrás de este hecho.
Ayer 21 de agosto dos ataques terroristas conmocionaron al país. El primero ocurrió al mediodía en el municipio de Amalfi, departamento de Antioquia, donde un helicóptero de la Policía fue derribado por un dron cargado con explosivos, causando 13 muertos y varios heridos.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, responsabilizó de este ataque al Frente 36 de las disidencias de las FARC dirigidas por Alexander Díaz, alias Calarcá.
El segundo atentado sucedió a las 14:50 horas en Cali, departamento del Valle del Cauca, donde un carro bomba explotó cerca a la Base Aérea Marco Fidel Suárez. La onda expansiva dañó también los comercios y viviendas aledañas. En este ataque murieron 6 civiles y al menos 65 personas quedaron heridas.
Según el ministro Pedro Sánchez, detrás del atentado en Cali está el Estado Mayor Central, la facción de las disidencias de las FARC que dirige Néstor Gregorio Vera Fernández, alias Iván Mordisco.
El Episcopado transmitió su cercanía a la Arquidiócesis de Cali y a la Diócesis de Santa Rosa de Osos —donde se encuentra Amalfi—, y pidió que “el clamor nacional por el cese de la violencia sea escuchado por todos los actores que la suscitan y promueven”.
Por su parte, el Arzobispo de Cali lamentó que ya sean cuatro “las acciones terroristas” que ocurren en la ciudad en lo que va del 2025, sin contar los que cometidos en otros municipios del departamento.
“Con el apóstol San Pablo, les decimos: ‘¡Reconcíliense con Dios!’, para que tanto derramamiento de sangre termine de una vez y los actos demenciales como los vividos en Cali no se repitan más”, expresó.
El prelado señaló que “la impunidad no puede volverse un paisaje. Pedimos que actúe con vehemencia la justicia para que quienes planean, deciden y realizan estos actos criminales sean sometidos a ella”.
Tanto el Episcopado como la Arquidiócesis de Cali llamaron a la población a sumarse a la Jornada de oración y ayuno que el Papa León XIV convocó para este viernes 22 de agosto, “para suplicar al Señor que nos conceda paz y justicia, y la capacidad de enjugar las lágrimas de los que sufren”.




