Cardenal explica cómo se gestó el rechazo a Fiducia supplicans en África

Cardenal Fridolin Ambongo Fiducia supplicans 20012024 Cardenal Fridolin Ambongo, presidente del Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar. | Crédito: François-Régis Salefran CC BY-SA 4.0 DEED

El Cardenal Fridolin Ambongo, presidente del Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM), relató paso a paso cómo se gestó el rechazo a la bendición de parejas homosexuales en el continente africano.

En una reciente intervención recogida por el blog de laicos católicos Le Salon Beige, el purpurado relata lo que sucedió en África luego que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF), cuyo prefecto es el Cardenal argentino Víctor Manuel “Tucho” Fernández, publicara la declaración Fiducia supplicans, que permite la bendición de parejas del mismo sexo y en situaciones irregulares.

Las reacciones a Fiducia supplicans en África

“Cuando el 18 de diciembre, recibimos el documento Fiducia supplicans, firmado por el prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y cofirmado por Su Santidad el Papa Francisco, hubo revuelo en África. No entendíamos lo que estaba sucediendo a nivel de la Iglesia. Además otras iglesias que nos llamaban, decían: que ‘contamos con la Iglesia católica para oponerse a esta ideología. Ahora, ustedes son los primeros en autorizar la bendición de parejas homosexuales’”.

“Todos ustedes, todos, han sufrido por esto. Mucho. Todo el mundo ha sufrido por esto”, lamentó el cardenal.

“Las reacciones comenzaron. Y con toda responsabilidad, escribí a todas las conferencias episcopales de África y Madagascar”, continuó el también Arzobispo de Kinshasa en la República Democrática del Congo.

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“Las conferencias episcopales escribieron. Imprimí todas las reacciones de todas las conferencias episcopales. Hice la síntesis en un documento”.

El encuentro del cardenal africano con el Papa Francisco sobre Fiducia supplicans

El Cardenal Ambongo resaltó que entonces le escribió una carta de 7 páginas al Papa Francisco, no sólo como presidente del SECAM sino como “su consejero, miembro del consejo de los nueve cardenales que acompañan al Papa para la reforma de la Iglesia”.

Después viajó a Roma para encontrarse con él, indicándole a uno de sus secretarios privados su intención y entregándole toda la documentación que había reunido: las reacciones de las conferencias episcopales, la síntesis y su carta personal.

Ese mismo día el Santo Padre lo recibió: “El Papa estaba muy apenado. Debo decir que fue el primero en sufrir todas las reacciones que llegaban de todas partes del mundo. Él sufre por eso porque es un ser humano. Esto no lo hace feliz”.

“Llegué a un acuerdo con él porque le dije que la solución a esta cuestión ya no es enviarnos documentos con definiciones teológicas o filosóficas de bendiciones. Al pueblo no le interesa eso. Lo que interesa ahora es una comunicación que tranquilice al pueblo en África, que calme los espíritus de los fieles. Y él, en cuanto pastor, estaba tocado por esta situación”, continuó el purpurado africano.

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El trabajo con el Cardenal “Tucho” Fernández en el Vaticano

El Santo Padre lo puso en contacto con el Cardenal Fernández con quien acordaron trabajar al día siguiente en el DDF, “el dicasterio más importante desde el punto de vista de la fe católica”.

“Con el prefecto, yo frente al ordenador, un secretario que escribía, preparamos un documento. Y el documento lo preparamos en diálogo y acuerdo con el Papa Francisco, de manera que a cada momento lo llamábamos para hacerle preguntas, para ver si estaba de acuerdo con esa formulación, etc.”.

Al final, compartió el Cardenal Ambongo, “firmé el documento como presidente del SECAM en nombre de toda la Iglesia Católica de África. Y el prefecto del dicasterio lo firmó, no el documento que se hizo público, sino el documento que guardamos en los archivos. El documento se titula ‘No a la bendición de parejas homosexuales en las Iglesias católicas’”.

El purpurado precisó que, si bien el texto aparece firmado en Accra (Ghana), sede del SECAM, en realidad “lo firmé en Roma”.

“Esto es para expresar nuestra posición hoy en África y lo hacemos en espíritu de comunión, de sinodalidad con el Papa Francisco y con el prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe: en África no hay lugar para bendecir a parejas homosexuales. Para nada”, subrayó.

El 11 de enero, el SECAM publicó una declaración de cinco páginas en la que se precisa: “Las Conferencias Episcopales de toda África, que han reafirmado firmemente su comunión con el Papa Francisco, creen que las bendiciones extralitúrgicas propuestas en la declaración Fiducia supplicans no pueden llevarse a cabo en África sin exponerse a escándalos”.

En la Iglesia Católica se puede bendecir homosexuales de manera individual

El Cardenal Ambongo resaltó además que, si bien se oponen en África a la bendición de parejas del mismo sexo, es necesario “respetar a las personas homosexuales porque son seres humanos. No debemos mirarlos, tratarlos con desprecio. Son criaturas de Dios. Y en tanto criaturas de Dios, si individualmente un homosexual pide una bendición, bendecimos a la persona. Podemos bendecirlo como persona”.

Tras señalar que también se puede bendecir a criminales, el cardenal precisó que estas bendiciones a las personas individuales se hacen “con la esperanza de que la gracia de la bendición pueda ayudarlo a convertirse. Y si bendecimos a un homosexual, también es para decir que ‘tu orientación sexual no es conforme a la voluntad de Dios y esperamos que la bendición pueda ayudarte a cambiar porque la homosexualidad está condenada en la Biblia y por el Magisterio de la Iglesia’”.

“No podemos ser promotores de una desviación sexual. Que lo hagan en sus hogares, pero no en los nuestros”, aseguró.

La defensa del matrimonio y la familia en África vs la decadencia de Occidente

El Cardenal Ambongo también lamentó que actualmente en “Occidente, como no gustan los niños, quieren atacar a la célula básica de la humanidad, que es la familia. Si destruyes la familia, destruyes la sociedad”.

El purpurado lamentó que ahora en Occidente también se ha perdido el sentido del matrimonio y la cultura “está en decadencia”, algo que también afecta la economía. “Poco a poco, van a desaparecer. Van a desaparecer. Les deseamos una buena desaparición”, continuó.

El cardenal denunció además la acción de organismos internacionales como la ONU, la UNICEF, la OMS, entre otras, que condicionan su financiamiento a la promoción de la ideología de género, que no reconoce la diferencia sexual natural entre hombres y mujeres..

“Sin embargo, nuestra cultura en África no es así. Sí, tenemos muchos defectos, pero no se nos puede reprochar la homosexualidad. Se puede encontrar casos aislados, como los de Uganda” pero “la sociedad no funciona de ese modo. Esa práctica no existe en nuestros hogares”.

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