La Navidad es un tiempo de reconciliación. Dios mismo quiso hacerse hombre y venir al mundo para salvar a la humanidad, para reconciliarla con Él. La Navidad rompe esquemas y cambia paradigmas. Tal es el caso de Zubair Simonson, un exmusulmán convertido al catolicismo que comparte su historia con el National Catholic Register.
“El odio consume. El odio hacia un supuesto enemigo puede ser tan devastador que uno preferiría ver a ese enemigo perjudicado que ver a un supuesto ‘amigo’ salvarse”, comenta Zubair al recordar su infancia, profundamente marcada por una educación que le enseñó a odiar de forma visceral a los judíos.
Simonson se crió en los Estados Unidos, muy lejos de Tierra Santa. Sin embargo, desde muy pequeño fue introducido en una narrativa de “opresores” y “oprimidos”, de un pueblo que tenía toda la culpa y un pueblo que nunca hizo nada reprochable. “Lo había oído reforzado, una y otra vez, en la mezquita. Lo había oído reforzado, una y otra vez, en las casas de familiares y amigos”, recuerda.