Tras lanzar un ataque contra militantes del Estado Islámico (ISIS) en Nigeria, el presidente Donald Trump prometió que Estados Unidos llevaría a cabo más ataques militares si persiste la continua persecución de los cristianos en el país.
El ejército estadounidense coordinó con el gobierno nigeriano la operación conjunta, que tuvo como objetivo campamentos en el estado de Sokoto, donde, según funcionarios militares, se encontraban militantes del ISIS. El estado es una región predominantemente suní musulmana en la esquina noroccidental de Nigeria, en la frontera con Níger.
El general Dagvin Anderson, del Mando África de Estados Unidos (AFRICOM), dijo en un comunicado que las fuerzas estadounidenses están “trabajando con socios nigerianos y regionales para incrementar los esfuerzos de cooperación antiterrorista relacionados con la violencia en curso y las amenazas contra vidas inocentes”.
“Nuestro objetivo es proteger a los estadounidenses y desarticular a las organizaciones extremistas violentas dondequiera que se encuentren”, afirmó.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Nigeria confirmó que las autoridades nigerianas cooperaron con el ejército estadounidense y añadió: “La violencia terrorista, en cualquiera de sus formas, ya sea dirigida contra cristianos, musulmanes u otras comunidades, sigue siendo una afrenta a los valores de Nigeria y a la paz y la seguridad internacionales”.
Trump comenzó a expresar públicamente su preocupación por la persecución de los cristianos nigerianos en octubre y volvió a designar al país como “país de especial preocupación”, una categoría reservada para naciones con “violaciones particularmente graves de la libertad religiosa”. El presidente amenazó con acciones militares en noviembre.