4 de diciembre de 2025 Donar
Un servicio de EWTN Noticias

Dios nos quiere dar la paz, pero cada uno tiene que poner de su parte, asegura obispo mexicano

Mons. Ramón Castro Castro, Obispo de Cuernavaca y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM)./ Crédito: CEM.

Dios quiere y ofrece la paz, pero “nosotros nos olvidamos que tenemos una pequeña parte de construcción para que haya esa paz”, advirtió el Obispo de Cuernavaca y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Ramón Castro Castro.

Al presidir la Misa del Primer Domingo de Adviento en la Catedral de Cuernavaca, Mons. Castro Castro destacó que este tiempo previo a la Navidad “es un periodo muy hermoso, muy significativo en nuestro caminar cristiano: son cuatro semanas, son cuatro domingos en que la Iglesia, la liturgia, la Palabra de Dios, nos invita ¿a qué? A preparar el corazón para recibir al Señor que viene”.

“No sólo es una memoria gozosa, una memoria de su nacimiento en Belén, sino es también su venida diaria a nuestras vidas y también el retorno glorioso al final de los tiempos”, dijo.

El prelado subrayó que el Adviento “no es solamente un simple preámbulo a la Navidad, sino es un tiempo de gracia en el que Dios”.

“Hay ocasiones que la prisa de la vida, el ruido, el consumismo de este tiempo, llenan estas cuatro semanas. No dejemos, no dejemos que llene este periodo algo que no es lo que Dios espera de nosotros”, exhortó.

Para vivir correctamente este tiempo, alentó a “tratar de hacer silencio, de meditar y de ver cómo vamos a vivir esta esperanza activa, esta vigilancia y esta conversión”.

Al reflexionar sobre la Primera Lectura, tomada de Isaίas 2, 1-5, Mons. Castro Castro destacó que el profeta presenta “una bellísima visión de paz desde la certeza de la fe”, en la que “de las espadas forjarán arados. Estas espadas se van a transformar en arados. Las lanzas en podaderas”.

“Ya no va a haber guerra pueblo contra pueblo. Ya no se van a adiestrar para la guerra. ¡Qué bella imagen! Una imagen extraordinaria para que también, desde el punto de vista positivo, nos animemos”, dijo.

Al mismo tiempo, precisó que la paz de la que habla Isaías no es algo abstracto, sino que “tenemos que estar convencidos de que queremos recibir esa paz como Dios la quiere dar”.

“El problema es que nosotros nos olvidamos que tenemos una pequeña parte de construcción para que haya esa paz. Dios pone la mayor parte, pero nosotros tenemos que poner una pequeña parte, y sin ella no habrá esa paz que necesitamos”, dijo.

“Dios quiere esa paz, Dios ofrece esa paz, pero tú pon la parte que te corresponde”, reiteró.

Sobre la Segunda Lectura, tomada de la Carta de San Pablo a los Romanos 13, 11-14a, el prelado mexicano resaltó que el Apóstol de los Gentiles “nos invita a desechar las tinieblas y a vestirnos con las armas de la luz”.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

WhatsApp Telegram

“Estamos llamados a la conversión siempre, pero particularmente en el tiempo fuerte de Adviento y, como sabemos, de Cuaresma”, resaltó.

Luego, destacó que en el Evangelio de hoy —Mateo 24, 37-44— “hemos escuchado que se nos está invitando a estar en vela. Se nos habla de una cierta intranquilidad y al mismo tiempo de una esperanza. Somos invitados a no vivir despreocupados de todo”.

“El Señor nos está advirtiendo: no seas tan despreocupado así como lo hizo la generación de Noé que cuando se dieron cuenta ya era demasiado tarde para enfrentar la catástrofe que vivieron. Entonces Jesús nos dice: algo semejante va a ocurrir al final de los tiempos cuando venga el Hijo del Hombre, es decir Jesús”.

Mons. Castro Castro indicó que en este tiempo recordamos “dos venidas la venida de Jesús: pobre, humilde que nació en Belén; y también esa segunda venida al final de los tiempos, que va a venir con toda su gloria para juzgar nuestras acciones y no quedará ni una palabra sin juzgar”.

“El fin del mundo puede ser mañana, puede ser dentro de diez mil años”, indicó, alentando a que “no hagamos cálculos, nadie lo sabe, pero estemos preparados, estemos prevenidos. Porque el Señor viene, cuando menos lo pensemos”.

Además, dijo, “no tengo que esperar el fin del mundo para que se acabe mi mundo, puedo morir mañana”, por lo que es importante estar “bien preparados, vigilando”.

“Ni estemos alarmados, ni estemos despreocupados. Que no sea el miedo pero que tampoco sea la despreocupación, sino siempre atentos, siempre prevenidos, viviendo en gracia de Dios”, concluyó.


Las Mejores Noticias Católicas - directo a su bandeja de entrada

Regístrese para recibir nuestro boletín gratuito de ACI Prensa.

Click aquí

Dona a ACI Prensa

Si decides ayudarnos, ten la certeza que te lo agradeceremos de corazón.

Donar