El Papa León XIV contó cómo transcurre uno de estos martes de descanso, que ya se han hecho habituales en su pontificado, al responder a las preguntas de los periodistas ayer por la noche al salir de Castel Gandolfo.
A la pregunta sobre cómo transcurre la jornada en Castel Gandolfo, un lugar al que el Papa le ha dado un nuevo impulso, León XIV dijo que hace “un poco de lectura, un poco de trabajo. Todos los días hay correspondencia, llamadas telefónicas, hay algunas cuestiones que quizá sean más importantes, más recientes. Un poco de tenis, un poco de piscina”.
El 14 de mayo, el Santo Padre, que es un apasionado del tenis desde que era niño, recibió en el Vaticano al tenista italiano Jannik Sinner, actual número 2 del mundo (detrás de Carlos Alcaraz), y en ese momento el número 1.
Tras ser consultado sobre por qué necesita estos momentos de descanso, León XIV resaltó ayer que “el ser humano, para curarse bien… todos deberían hacer un poco de actividad para el cuerpo, el alma, todo junto”.
“Pienso que a mí me hace mucho bien. Entonces es un momento, una pausa durante la semana que ayuda mucho”, concluyó.
El Santo Padre también se refirió a otros temas, como la situación en Ucrania, sus posibles destinos, como Perú, Fátima, México, la situación de los migrantes en Estados Unidos y el llamado de los obispos a respetarlos, las masacres de cristianos y musulmanes en Nigeria; y las acusaciones de abusos contra un obispo español, que insiste en su inocencia.