El Cardenal Fabio Baggio, Subsecretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, recordó a los obispos mexicanos que “en cada migrante está presente Dios”.
El Cardenal Baggio celebró la mañana del 11 de noviembre la Santa Misa para los obispos que participan en la 119ª Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM). En su homilía, el purpurado aseguró que la “la posición exacta en la cual tenemos que estar y que no podemos cambiar” es la “de siervos, aquellos que están llamados a servir a Dios, a servir a la iglesia, y a servir a todo el pueblo de Dios”.
“En esto no tenemos ningún mérito, ninguna recompensa, sino la de haber realizado la tarea que nos fue entregada”, señaló, recordando el mandato de Jesús: “Ustedes hagan exactamente lo que yo hice, ámense los unos a los otros como yo los he amado”.
El purpurado dijo entonces que “me gusta pensar en el relato de Juicio Universal en Mateo 25, como el examen que nos espera al final de nuestra vida, para ver si de verdad hemos realizado la tarea de servidores” frente a quienes lo “vieron hambriento, sediento, desnudo, enfermo, en la cárcel, inmigrante”.
Ese relato, resaltó, “nos prepara para entender mejor lo que tenemos que hacer en nuestras vidas, esta atención particular que tenemos que dar a las personas necesitadas”.
“No es cuestión de obediencia, no es cuestión de buena voluntad, no es cuestión de filantropía, no es cuestión de generosidad, es la cuestión de un reconocimiento que en cada una de estas personas y en cada migrante está presente Dios”, dijo.