5 de enero de 2022 / 12:38 AM
Hoy, 5 de enero, la Iglesia recuerda a San Simeón, el Estilita. Se denominaba "estilitas" a los monjes que aparecieron en Medio Oriente a partir del siglo V y que tenían la particularidad de vivir completamente aislados, en oración y penitencia, sobre una plataforma colocada encima de una 'columna' (stylos, en griego). Normalmente, un estilita permanecía en esas condiciones durante muchos años, incluso hasta que les llegaba la muerte.
Ser santo como Dios es santo
Simeón nació cerca del año 400 en el pueblo de Sisan, en Cilicia (hoy Turquía), cerca de Tarso, donde nació San Pablo. De pequeño se dedicaba a pastorear ovejas por los campos, pero en su corazón y en su mente llevaba un intenso deseo de ser santo y ver al Padre en el cielo. Aquel anhelo fue creciendo conforme aumentaba en edad y a los 15 años tocó la puerta de un monasterio cercano y fue admitido. En ese lugar se dedicó a rezar intensamente y hacer exigentes penitencias buscando la purificación de su alma y fortalecerse para luchar contra las tentaciones. Allí también aprendió a ofrecer su vida por la salvación de las almas pecadoras.