El P. Jorge Millán, que fue un cercano colaborador del Papa León XIV cuando era Obispo de Chiclayo en el norte del Perú, relata cómo celebraban la Navidad: desde el saludo en persona a los sacerdotes hasta el compartir bonito con la gente necesitada que “lo recuerda mucho”.
Aunque no hizo parte de la celebración navideña que los Jóvenes Sin Fronteras de Chiclayo hicieron viral, en la que se ve al Papa cantando Feliz Navidad con ellos en 2014, el P. Millán si compartió muchas otras navidades con el entonces Mons. Robert Prevost, que fue administrador apostólico y obispo de Chiclayo entre 2014 y 2023.
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En nuestro compartir navideño del 2014, nos presentaron a Monseñor Roberto. Quedamos encantados con su sencillez. Nunca imaginamos que estábamos conociendo a quien sería el nuevo Papa.
— Miss Les (@lesval1106) May 8, 2025
Los chicos de #Josif #Chiclayo
siempre lo recordaremos.
Dios lo bendiga 🙏 #leonxvi pic.twitter.com/aBWsFJ1N0K
“Monseñor Prevost celebraba la misa de Navidad en la catedral a las nueve de la noche y ciertamente con toda la serenidad y fervor de siempre. Luego terminaba la misa, saludaba a la gente y luego íbamos a la casa para cenar”, dijo este 24 de diciembre a ACI Prensa el P. Millán, que fue párroco de la catedral de Santa María entre junio de 2015 y enero de 2023; y que ahora es párroco de la Sagrada Familia en la Diócesis de Chiclayo.
La cena era “muy bonita, muy emotiva, con él siempre dispuesto a servir. No es que él (el Papa León) llegara cuando ya todo estaba listo, sino que ayudaba a terminar de poner la mesa, a servir, él mismo abría el champán con un deseo grande de ser el padre, la cabeza de la casa, servía y hacíamos el brindis”.
Tras la cena iban a la sala a escuchar villancicos y ver algún concierto en la televisión, algo que “le encantaba” al ahora León XIV, para luego salir “con algún sacerdote a visitar a otros sacerdotes cercanos para desearles una feliz Navidad”.
“Y al final, sí, ya descansábamos, a la una, una y media de la mañana. Y al día siguiente, otra jornada de misas, pero él siempre muy contento, muy emotivo, especialmente para compartir en familia, con sus hermanos sacerdotes. Eso siempre ha sido característico de él, muy ilusionado de que la gente esté contenta también”, destacó el P. Millán.
El sacerdote también refirió que, usualmente el 24 de diciembre, en el comedor parroquial San José se hacía una chocolatada, una celebración de Navidad muy tradicional en Perú en la que se toma chocolate, se come panetón (pan dulce navideño) y se dan regalos.
El sacerdote contó que Mons. Robert Prevost “asistía todos los años. Se hacía con la gente necesitada, y la gente necesitada recuerda mucho haber compartido con él algún bocadillo, alguna cosa sencilla”.
“Él no comía mucho ahí —concluyó Millán— pero sí se le ofrecía a la gente necesitada algo rico, algo bonito, para que estén contentos y sientan la alegría de la Navidad y la cercanía de su obispo”.




