El Patriarca Latino de Jerusalén, el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, aseguró que durante su reciente visita a la Franja de Gaza pudo constatar un “deseo de volver a la vida”, pese a la devastación del territorio, donde más del 80% de los edificios han quedado destruidos tras la ofensiva israelí.
El purpurado italiano, franciscano y máxima autoridad católica en Tierra Santa, concedió una entrevista a los medios vaticanos tras su desplazamiento a Gaza este fin de semana, para expresar su cercanía a una población exhausta tras más de dos años de guerra.
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En una Franja cercada y bajo control militar israelí, los gazatíes no tienen permiso para viajar ni para abandonar el enclave.
Signo de paz pic.twitter.com/dXAc9Z7rIZ
— P. Gabriel Romanelli (@PGabRomanelli) December 20, 2025
Se trató, además, de la primera visita —que se extendió durante 3 días de viernes a domingo— del patriarca latino desde el alto el fuego del pasado 10 de octubre firmado entre Israel y Hamás.
La presencia del Cardenal Pizzaballa en Gaza durante las fiestas navideñas es una tradición que solo se vio interrumpida en 2023, el primer año del conflicto. El cardenal ya había estado en la ciudad el pasado verano, tras la caída de un proyectil sobre la iglesia de la Sagrada Familia, la única parroquia católica de Gaza.
En esta ocasión, uno de los momentos más significativos de la visita fue la celebración anticipada de la Navidad, con una Misa en la que se vivió también “la bendición enorme” del Bautismo del pequeño Marco, nacido hace unos meses.
El P. Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia, fue su padrino, según relató el propio sacerdote argentino en un vídeo publicado este domingo en su canal de YouTube.
Ante todo, “nos preocupan los niños y su futuro”
En el recinto de la parroquia han sido acogidas unas 400 personas, mientras que la mayoría de los habitantes continúan viviendo en tiendas de campaña. “Hace frío —yo sentí frío—, así que pensemos en los niños”, subrayó el cardenal.
Aseguró que, ante todo, “nos preocupan los niños y su futuro”. “Me impresionó el número de niños en las calles”, continuó, recordando que “deberían estar en la escuela”. Una de las prioridades del Patriarcado Latino, añadió, será hacer posible la reanudación de las clases.
El balance ofrecido por el cardenal Pizzaballa fue contundente. “El 80% de las infraestructuras ha sido destruido”, afirmó tras señalar que lo que permanece en pie corre riesgo de derrumbe o resulta prácticamente inhabitable. Aun así, explicó que el grave deterioro de algunos edificios no ha impedido que “algunas familias regresen a sus casas”.
Signos de esperanza en medio de la devastación
Pese a la devastación, el cardenal aseguró haber percibido signos de esperanza. “He visto un deseo de volver a la vida”, afirmó. Aunque la mayoría de los comercios permanece cerrados y los desafíos son enormes, han comenzado a surgir “pequeños puestos improvisados en tiendas, donde se venden frutas y verduras”, constató.
En este contexto, el Patriarca aseguró que “la situación de hambruna ha quedado atrás”.
Sin embargo, advirtió de que “muy pocos gazatíes pueden permitirse comprar alimentos”. Sin trabajo ni ingresos, la mayoría depende de la ayuda humanitaria, que —gracias a las agencias internacionales— “finalmente está llegando”, dijo.
El cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, llegó a Gaza para pasar celebrar la Navidad anticipada. Su llegada se produce para conocer de cerca las necesidades de la parroquia de la Sagrada Familia.
— P. Gabriel Romanelli (@PGabRomanelli) December 19, 2025
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La actividad económica está prácticamente paralizada. El cardenal habló de una “situación catastrófica”, aunque constató al mismo tiempo el deseo de recuperación y, entre los cristianos, de celebrar la Navidad.
Lo que presenció en Gaza fue para él “una lección”: el entusiasmo de los niños, “llenos de alegría, llenos de vida… ellos salvarán nuestras comunidades. Creo esto”, afirmó.
"La guerra se ha detenido, pero el conflicto sigue presente”
El purpurado no ocultó su amargura al referirse al futuro inmediato: “También nos preguntamos cuándo podrá comenzar la reconstrucción. La guerra se ha detenido, pero el conflicto sigue presente”.
Señaló además los problemas en otros puntos de la región, incluida Cisjordania, con las tensiones entre aldeas palestinas y asentamientos israelíes. “En este contexto, parece difícil hablar de esperanza, pero es nuestro deber hacerlo en este tiempo de Navidad”, señaló.
El Cardenal Pizzaballa describió a las comunidades cristianas como “cansadas por la guerra”, pero recordó que “Cristo mismo entró en la historia a través de una realidad compleja”. “Hoy, una vez más, debemos acogerlo y trabajar por la reconstrucción de las casas y de la esperanza”, afirmó.
“Debemos permanecer Iglesia”
Tras más de dos años de devastación humana, el Patriarca llamó a mirar hacia adelante con realismo: “No podemos ignorar lo que ha sucedido ni pensar que la paz llegará mañana, pero debemos pasar de una situación de oposición a una constructiva”.
El Patriarcado Latino de Jerusalén, aseguró, está dispuesto a “hacer todo lo posible para responder a las necesidades espirituales y materiales de la población de Gaza”.
En estos momentos, señaló, “faltan medicamentos, la infraestructura hospitalaria está gravemente dañada y será necesario introducir equipamiento médico”. “Debemos ser proactivos para responder a esta situación y acompañar a la gente”, afirmó.
“Debemos permanecer Iglesia”, añadió, al referirse al apoyo espiritual y pastoral que debe ofrecerse a la población. Y concluyó: “Haremos todo lo posible para devolver la estabilidad a Gaza y, allí donde podamos… debemos ser la voz de todos los pobres y de todos los que sufren a causa de la guerra”.




