El Papa León XIV ofreció esta mañana 5 claves para los embajadores y diplomáticos que buscan alcanzar la paz y la esperanza, en un mundo donde hay cada vez más dificultades y tensiones.
El Santo Padre recibió esta mañana, en el Aula Pablo VI en el Vaticano, a los participantes del Jubileo de la Diplomacia Italiana, a quienes dirigió un sentido discurso alentándolos en su misión.
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1. El diálogo y la esperanza
León XIV resaltó que la esperanza “tiene un significado precioso para el servicio que prestan: en la diplomacia, sólo quienes realmente esperan buscan y apoyan siempre el diálogo entre las partes, confiando en la comprensión mutua incluso ante las dificultades y tensiones”.
“Es significativo que los pactos y tratados se sellen mediante un acuerdo: esta cercanía de corazón —ad cor— expresa la sinceridad de gestos, como una firma o un apretón de manos, que de otro modo se reducirían a formalidades procesales. Por lo tanto, parece ser un rasgo distintivo, que distingue una auténtica misión diplomática de los cálculos centrados en el beneficio personal o del equilibrio entre rivales que ocultan sus respectivas distancias”, continuó.
2. El ejemplo de Jesús
El Papa dijo que “para resistir estas tendencias, observemos el ejemplo de Jesús, cuyo testimonio de reconciliación y paz resplandece como esperanza para todos los pueblos”.
“En nombre del Padre, el Hijo habla con el poder del Espíritu Santo, completando el diálogo de Dios con la humanidad. Por lo tanto, todos nosotros, creados a imagen de Dios, experimentamos las relaciones fundamentales de nuestra existencia a través del diálogo, la escucha y la palabra”, subrayó.
3. Decir las cosas como son
El Papa León resaltó también que “ser cristianos auténticos y ciudadanos honestos implica compartir un vocabulario capaz de decir las cosas tal como son, sin dobleces, cultivando la armonía entre las personas. Por lo tanto, es nuestro compromiso y el de ustedes, especialmente como embajadores, fomentar siempre el diálogo y renovarlo cuando se rompa”.
4. Silencio en vez de ofensa
“En un contexto internacional plagado de abusos y conflictos, recordemos que lo opuesto al diálogo no es el silencio, sino la ofensa. Mientras que el silencio nos abre a la escucha y acoge la voz de quienes nos anteceden, la ofensa es un ataque verbal, una guerra de palabras armada con mentiras, propaganda e hipocresía”, alertó León.
Por ello animó a comprometerse con “declaraciones y discursos que desarmen, cuidando no solo su belleza y precisión, sino sobre todo su honestidad y prudencia”.
5. Elegir palabras adecuadas
El Pontífice destacó asimismo que “quien sabe qué decir no necesita muchas palabras, sino solo las adecuadas: practiquemos, pues, compartir palabras que hagan el bien, elegir palabras que construyan entendimiento, dar testimonio de palabras que corrijan los errores y perdonen las ofensas. Quien se cansa del diálogo, se cansa de esperar la paz”.
San Pablo VI y un llamado a la paz de hace 60 años que sigue siendo actual
El Papa León recordó el llamado que San Pablo VI dirigió a la Asamblea General de las Naciones Unidas hace sesenta años: lo que une a hombres y mujeres es un pacto sellado “en un juramento que debe cambiar la historia futura del mundo. ¡Nunca jamás guerra! ¡Nunca jamás guerra! Es la paz, la paz, la que debe guiar el destino de los pueblos y de toda la humanidad”.
A continuación León XIV subrayó que “la paz es el deber que une a la humanidad en la búsqueda común de la justicia. La paz es la intención que desde la noche de Navidad acompaña toda la vida de Cristo, hasta su Pascua de muerte y resurrección. La paz es el bien definitivo y eterno que deseamos para todos”.
Para concluir, el Papa animó a los presentes a ser “hombres y mujeres de diálogo, sabios al leer los signos de los tiempos según el código del humanismo cristiano que subyace a la cultura italiana y europea”.






