El Papa León XIV afirmó que “la música es una vía privilegiada para comprender la altísima dignidad del ser humano”, al concluir el concierto de Navidad al que asistió en el Aula Pablo VI, donde entregó el Premio Ratzinger a Riccardo Muti, famoso director de orquesta italiano.
Riccardo Muti, nacido en 1941 en Nápoles, inició su carrera musical como pianista y director de coro, hasta convertirse en uno de los directores más prestigiosos del mundo.
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Ha dirigido algunas de las orquestas más importantes del mundo, como la Orquesta Filarmónica de Nueva York, la Filarmónica de Viena y el Teatro alla Scala de Milán, donde ha dejado una huella imborrable por su compromiso con la interpretación fiel de la música clásica. Ha recibido múltiples reconocimientos internacionales, consolidando su reputación como maestro del repertorio sinfónico y operístico.
El Premio Ratzinger, creado en 2011, se concede anualmente a propuesta del Comité Científico de la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger – Benedicto XVI, y con la aprobación del Papa, reconociendo a personalidades destacadas en la cultura y el arte inspirado cristianamente.
“Estoy profundamente agradecido por este concierto, con motivo de la Natividad del Señor. San Agustín, en su tratado sobre la música, la llama scientia bene modulandi, vinculándolo al arte de guiar el corazón hacia Dios. La música es una vía privilegiada para comprender la altísima dignidad del ser humano y para confirmarlo en su vocación más auténtica”, dijo el Papa León al iniciar su discurso.
El Papa saludó a Muti y dijo que el galardón que hoy recibe es una “muestra de aprecio por una vida dedicada por completo a la música, un espacio de disciplina y revelación”, y recordó brevemente las diversas ocasiones en las que el director se encontró con Joseph Ratzinger.
Tras recordar el amor por la música y la armonía del Papa Francisco, León XIV destacó que “armonizar significa mantener unidas las diferencias que podrían entrar en conflicto, permitiéndoles generar una unidad superior. El silencio también contribuye a este objetivo: no es ausencia, es preparación, porque en él se forma la posibilidad de la palabra, en la pausa emerge la verdad”.
Luego de resaltar la iniciativa de Muti de los “ensayos abiertos” y su ánimo para formar mejor a los músicos, el Papa León resaltó que es “especialmente oportuno conceder el Premio Ratzinger a quienes han preservado lo que Benedicto XVI siempre ha considerado el corazón del arte: la capacidad de hacer resonar una chispa de la presencia de Dios a través de la belleza”.
El Papa agradeció a la Orquesta Juvenil Luigi Cherubini y al Coro Guido Chigi Saracini de la Catedral de Siena y alentó el trabajo del recientemente creado Observatorio sobre la Desigualdad y el Acceso Universal a la Educación, anunciado con motivo del reciente Jubileo de la Educación Mundial.
Para concluir y antes de dar su bendición, León XIV dijo que “al acercarse la Santa Navidad, renuevo mi invitación a perseverar en la oración para que Dios nos conceda el don de la paz”.



