Como todos los años, la Gobernación del Estado Ciudad del Vaticano ha dado a conocer de dónde provienen el abeto y los nacimientos que este año vestirán de Navidad tanto la Plaza de San Pedro como el Aula Pablo VI, así como quién ha preparado los adornos para el árbol.
La decoración de la Plaza de San Pedro tendrá de nuevo sello italiano.
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El árbol que se ha seleccionado procede de la ciudad de Val d’Ultimo, en Ultental, uno de los valles más pintorescos y menos conocidos del Tirol del Sur en la región del Alto Adige. Se trata de un imponente abeto rojo de 25 metros. Junto a este llegarán otros 40 árboles de menor tamaño, destinados a oficinas y edificios vaticanos.
En una iniciativa novedosa para garantizar la sostenibilidad ambiental y el respeto por la creación, tras la Navidad el abeto principal será destinado a la elaboración de aceites esenciales —que correrán cargo de la empresa austriaca Wilder Naturprodukte— y el resto de la madera se donará a una asociación benéfica.
El nacimiento será también monumental. Mide 17 metros de largo por 12 de ancho, con una altura de 7,7 metros. Proviene de la Diócesis de Nocera Inferiore-Sarno, una de las más antiguas de Italia: sus orígenes se remontan al siglo III, cuando Nuceria Alfaterna —la antigua ciudad romana en el valle del Sarno— ya contaba con una comunidad cristiana organizada.
La escena recrea elementos emblemáticos del arte paleocristiano de esta zona de Italia. El pesebre incluye una reproducción del baptisterio de Santa Maria Maggiore del siglo VI, uno de los mejor conservados del país. Tiene una piscina bautismal octogonal y frescos que revelan influencias bizantinas.
También está representada la fuente Helvius (Fons Helvii), una antigua fuente monumental romana construida entre los siglos I y II d.C., asociada a un acueducto local que abastecía a la población romana
Sobre esta arquitectura simbólica se despliega una narrativa que fusiona arte sacro, patrimonio cultural e identidad local.
Las figuras de la Sagrada Familia han sido realizadas a tamaño natural por el artesano Federico Iaccarino. El belén incluirá personajes inspirados en santos vinculados a esta región italiana.
Por ejemplo, entre sus personajes destacan: San Alfonso María de Ligorio, que en 1732 fundó la Congregación del Santísimo Redentor (Redentoristas), dedicada a evangelizar a los más abandonados, especialmente en áreas rurales y marginadas; un pastor inspirado en el Siervo de Dios Don Enrico Smaldone, un sacerdote que dedicó su vida a atender huérfanos, jóvenes pobres y personas con discapacidad intelectual, para quienes creó iniciativas formativas y espacios de acogida en la Iglesia.
A su alrededor desfilan pastores y animales sobre un pavimento que evoca las antiguas vías romanas.
En la escena central, María, José y el Niño Jesús están acompañados por el buey y el burro, los Reyes Magos y una pastora que ofrece productos locales —alcachofas, tomates San Marzano y frutos secos— como homenaje a la tierra que ha concebido la obra.
El conjunto incluye elementos que invitan a la reflexión espiritual: un reloj de péndulo que alude al paso del tiempo, un observador asomado al balcón que representa la mirada humana ante el misterio y un pescador que sostiene un ancla, símbolo de fe y de la travesía espiritual del Jubileo.
Destaca la estrella luminosa con cola en forma de ancla que corona la composición, uniendo celeste y terrenal en un mismo gesto de esperanza.
La inauguración será el próximo lunes 15 de diciembre a las 17.00 horas, en una ceremonia presidida por sor Raffaella Petrini, presidenta de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, acompañada por el arzobispo Emilio Nappa y el abogado Giuseppe Puglisi-Alibrandi, secretarios generales del organismo vaticano.
La jornada comenzará con varias audiencias del Papa León XIV, quien recibirá por la mañana a las delegaciones donantes del árbol y responsables del monumental belén que presidirá la plaza.
A la ceremonia vespertina asistirán, entre otros, Mons. Ivo Muser, Obispo de Bolzano-Bressanone; la alcaldesa de Lagundo, Alexandra Ganner; y el alcalde de Ultimo, Stefan Schwarz.
Durante la mañana tendrá lugar también la presentación oficial del pesebre proveniente de Costa Rica que este año se instalará en el Aula Pablo VI.
Con el nombre Nacimiento Gaudium, la artista costarricense Paula Sáenz Soto ha querido hacer una defensa explícita de la vida desde su concepción. La obra está compuesta por una figura de la Virgen María en estado de gestación y 28.000 cintas de colores que simbolizan vidas preservadas gracias al acompañamiento de organizaciones católicas a mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad.
El belén —de cinco metros de largo, tres de alto y dos metros y medio de profundidad— tendrá dos representaciones intercambiables de la Virgen: una imagen embarazada durante el Adviento y otra en adoración ante el Niño recién nacido desde la Nochebuena. Además, 400 cintas con oraciones y deseos de niños del Hospital Nacional de San José serán colocadas en el pesebre el 24 de diciembre.
La delegación de Costa Rica que se reunirá con el Papa estará compuesta por la primera dama, Signe Zeicate; su hija Isabel Chaves Zeicate; y el embajador ante la Santa Sede, Federico Zamora.






