El domingo 23 de noviembre la República Dominicana vibró con la alegría de una multitud que inundó las calles del país, como en Santo Domingo, la capital, para participar de “Un paso por mi familia 2025”, un tradicional evento iniciado en 2012.
“Un paso por mi familia 2025” se realizó en 11 diócesis del país como Santiago de los Caballeros, La Vega, San Francisco de Macorís y San Juan de la Maguana, entre otras.
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En Santo Domingo participaron fieles de la arquidiócesis local y de las diócesis de Stella Maris y la Castrense, que se reunieron en la Av. George Washington, para reafirmar “el compromiso de la Iglesia con la defensa y promoción de los valores familiares en la sociedad dominicana”.
La caminata estuvo presidida por Mons. Carlos Tomás Morel Diplán, Arzobispo Coadjutor de Santo Domingo; acompañado de Mons. Ramón Benito Ángeles Fernández, Obispo Auxiliar Emérito de Santo Domingo; y Mons. Daniel Lorenzo Vargas, Vicario Episcopal Territorial de la Vicaría Santo Cristo de los Milagros.
“Cada noviembre, el Mes de la Familia y las Vocaciones invita a reconocer la grandeza de esta institución fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, y a celebrar el don de haber sido acogidos, amados y formados en el seno de nuestros hogares”, señala un comunicado de la Arquidiócesis de Santo Domingo.
“Este año no fue la excepción: familias completas caminaron con entusiasmo, expresando que la familia sigue siendo la base y el corazón de la sociedad”, agrega el texto.
El evento estuvo acompañado además de una serie de presentaciones artísticas, que recordaban el lema de este año “Un paso por mi familia con esperanza hacia la Pascua”.
En su homilía, Mons. Carlos Morel exhortó a las familias a asumir con responsabilidad su papel esencial en la formación moral y cristiana de los hijos que serán la base de la sociedad futura.
El arzobispo destacó que “una sociedad sólida se construye sobre familias donde Cristo es el centro, ya que de ellas surgen ciudadanos comprometidos con el bien común”, y alertó sobre “corrientes culturales que buscan redefinir la familia y alejarla de su esencia”.
Manifiesto a favor de la familia
Al concluir el evento se leyó un manifiesto de 11 puntos, en el que se pide al gobierno “reconocer y garantizar el derecho al respeto y a la protección de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”, “garantizar al ayuda a las familias más necesitadas” y el establecimiento de planes de viviendas a bajo costo.
Otros pedidos son la creación de una red de centros de asistencia familiar, la creación de centros especializados de terapias de niños huérfanos, garantizar fuentes de trabajo para las familias, implementar una educación sexual integral basada en valores éticos y morales para una sana afectividad.
El manifiesto también pide a los medios de comunicación que eviten programas que promueven violencia o antivalores, y que se evite la ideología de género —una corriente que considera que el sexo es una construcción sociocultural y no una realidad biológica o natural— en las políticas públicas.
Como último punto del manifiesto se expresó la disconformidad de la Iglesia con una decisión del Tribunal Constitucional que despenaliza las relaciones homosexuales en las instituciones militares.
El manifiesto señala que la decisión del tribunal “es violatoria a nuestra Constitución dominicana en su artículo 55 que afirma que el matrimonio es entre un hombre y una mujer”.





