El Cardenal Stanislaw Dziwisz, quien durante 39 años fue secretario personal de San Juan Pablo II, afirmó que las palabras “¡No tengan miedo! Abran las puertas a Cristo”, que el Papa polaco pronunció el 22 de octubre de 1978, siguen siendo relevantes para el mundo de hoy.
En declaraciones a Radio Vaticana-Vatican News, el cardenal polaco dijo que “es interesante notar que las palabras de Juan Pablo II más recordadas en la Iglesia son las que pronunció durante la inauguración de su pontificado, hace cuarenta y siete años, el 22 de octubre: ‘¡No tengan miedo! Abrid las puertas a Cristo’”.
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“Hay tantos miedos e incertidumbres en el mundo actual. El Santo Papa mostró la salida: debemos confiar el destino del mundo y de la humanidad a Jesucristo, debemos confiar en Él, porque solo Él tiene palabras de vida eterna. Estas palabras y este camino siguen siendo muy relevantes hoy en día”, afirmó.
@aciprensaEl 2 de abril de 2005 el Papa Juan Pablo II partió a la Casa del Padre. A veinte años de su muerte recordamos su testimonio de santidad y damos gracias a Dios por su legado de amor a la Iglesia y al mundo. #sanjuanpablo #juanpablo #papa #bendicion #pray #prayers #pope #catolicos #vaticano #roma #viral #viralvideo #trendin #jp2 #dios
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Durante la entrevista, publicada en el día en que la Iglesia celebra a San Juan Pablo II, el Cardenal Dziwisz también recordó los momentos que pasó con el santo polaco y destacó que al extinto pontífice “le encantaba rodearse de gente, escuchando sus voces, sus consejos y sus propuestas”.
“Pero sobre todo, escuchaba la voz de Dios en la oración. Todo esto formó la base de su discernimiento espiritual antes de tomar una decisión. Le ayudaba en los asuntos cotidianos y, cuando me preguntaba algo, compartía con él mis conocimientos”, afirmó.
En ese sentido, añadió que desde un inicio se dio cuenta de “que estaba sirviendo junto a un hombre extraordinario, y con el paso de los años, al presenciar su oración diaria y su trabajo por la Iglesia, comprendí que este hombre vivía en profunda unión con Dios”.
“Juan Pablo II fue un místico y su misticismo se expresó en su incansable servicio a la Iglesia y al mundo. Vivir y trabajar junto a un hombre así fue y es para mí el mayor privilegio y un gran regalo de la vida”, afirmó el purpurado de 86 años de edad.
Teniendo en cuenta que San Juan Pablo II fue el iniciador de las Jornadas Mundiales de la Juventud, no faltó en la entrevista la relación que el santo tuvo con los jóvenes.
El Cardenal Dziwisz recordó que durante toda su vida pastoral, desde fue ordenado sacerdote hasta el final de su pontificado en 2005, los jóvenes ocuparon un lugar especial en su misión pastoral.
“Su fuerza en el diálogo con los jóvenes residía en su autenticidad y transparencia. Les ofrecía lo que él mismo vivía. No les proponía una vida fácil. Era exigente con ellos, porque, ante todo, se exigía a sí mismo”, indicó.
En ese sentido, destacó las JMJ como uno de sus legados más importantes, pues son “una de las mejores iniciativas pastorales de la Iglesia contemporánea”, tal como se experimentó luego con Benedicto XVI, Francisco y “a principios de agosto de este año, durante el Jubileo de la Juventud y su encuentro con el Santo Padre León XIV en Tor Vergata”.
El Cardenal Dziwisz recordó que además que durante los casi 27 años de pontificado, San Juan Pablo II realizó 104 viajes apostólicos internacionales, casi 150 visitas a diócesis y ciudades italianas y a 300 parroquias romanas.
Además, “publicó encíclicas y exhortaciones apostólicas una tras otra, convocó Sínodos de Obispos, impartió catequesis en las audiencias generales semanales y vivió el Gran Jubileo del año 2000 con la Iglesia”.
“En medio de un ministerio extremadamente intenso, llevando sobre la espalda el enorme peso de los problemas de la Iglesia y del mundo, siempre permaneció sereno, inmerso en la oración. Fue así hasta el final, aunque, como sabemos, los últimos años de su vida estuvieron marcados por la enfermedad”, recordó.




