“Aquí todo el mundo implora piedad: por piedad, por misericordia, por compasión, que frenen esta guerra, que dejen de tirar… que dejen de matar gente, de bombardear”, clamó el único párroco de Gaza, el P. Gabriel Romanelli, en un video que publicó el 23 de septiembre.

“Hay historias que son terribles, hay historias que son verdaderamente terribles. La gente está muy angustiada e implora a Dios que se apiade, que tenga misericordia de todos, y también imploran piedad para todos, así que por el amor a Dios se termine esta guerra”, continuó el sacerdote.

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En un video que comienza con la reacción de los fieles, entre ellos un niño que se ve asustado por una explosión cercana, el sacerdote lamentó que en Gaza “los bombardeos siguen, siguen muy fuertes, se escuchan muy fuertes, llegan esquirlas y sonidos, no obstante que algunos sí están a 200, 300 metros, están a 500 metros, 700 metros, se escucha muy fuerte, ni imaginar la gente que está al lado o está en esos lugares. Todos los días hay muertos y más muertos”.

El sacerdote del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), que llegó a Gaza por primera vez en 2005, dijo que a veces ya no sabe qué decirles a los que pierden a sus seres queridos: “Me quedo sin palabras, nos quedamos sin palabras, el cansancio también se hace sentir. No hay ningún avance real”.

El P. Romanelli denunció asimismo que, hasta ahora, “no hay ningún avance real” hacia la paz, para dar marcha “atrás con las malas decisiones tomadas” y no se permite “reconstruir las casas de la gente allí donde han nacido ellos, sus antepasados, donde tienen derecho a estar”.

Tras agradecer los constantes llamados a la paz del Papa León XIV y del Patriarca Latino de Jerusalén, Cardenal Pierbattista Pizzaballa, el sacerdote argentino dijo que ante “tanta maldad, tanta impiedad, nosotros tenemos que aferrarnos más a Dios para tratar de ser más buenos, incluso en las pequeñas cosas, rezando por todos, por vivos y difuntos: judíos, musulmanes, rusos, sin religión, porque todos han sido creados por Dios” y todos “son llamados a participar en la plenitud de la vida de la Santísima Trinidad”.

El sacerdote alentó a pedirle a “Nuestra Señora, a la Virgen de los Dolores, que consuele a tantas personas: hay personas bajo los escombros, hay personas que están heridas bajo los escombros, hay personas que no están heridas pero no pueden salir, otras que están en zonas donde el que sale a la calle es persona muerta. Hay, según los datos de Defensa Civil, muchos muertos (…). Es muy triste todo”.

Luego de comentar que muchos siguen en la parroquia porque es un refugio, y de contar que apenas salieron ayer a tomar un poco de aire tuvieron que correr nuevamente al templo por una bomba que cayó cerca, el sacerdote concluyó su mensaje animando a “hacer el bien a todos, y que Dios en su misericordia se apiade de todos y nos conceda el final de esta guerra”.