El Arzobispo de Cali, Mons. Luis Fernando Rodríguez, expresó su repudio por los nuevos hechos de violencia ocurridos en esta ciudad colombiana, que han causado varios muertos, y llamó a los responsables a dejar las armas y cumplir el mandamiento de Dios de no matar.
En un comunicado, el prelado lamentó que nuevamente la capital del Valle del Cauca se vea “empañada por hechos de violencia que dejan nueve personas asesinadas en hechos que aún están por esclarecer, ocurridos en la noche de este 17 de septiembre”.
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Además, se refirió a los disturbios en la tarde del jueves en las inmediaciones de la Universidad del Valle —durante los cuales fueron quemados dos camiones— “y el lanzamiento de una granada en la puerta de la cárcel de Villahermosa”.
“Como Pastor de esta Iglesia Particular de Cali y en nombre de las familias y las comunidades que sufren los estragos de la violencia, expreso con profundo dolor nuestro repudio ante el deseo y la materialización de la maldad humana que pretende acabar con la dignidad y la vida de los más frágiles”, señaló.
Ante ello, Mons. Rodríguez llamó “a quienes empuñan las armas a detener la violencia y promover una cultura de paz y cumplir plenamente el quinto mandamiento que nos ha dejado el Señor ‘no matarás’”.
Asimismo, pidió a Dios para que “nos conceda comprender este mandamiento como una llamada al amor y a la misericordia y a vivir plenamente respetando la dignidad humana”.
“A las familias que sufren la pérdida de hermanos asesinados, los abrazamos en la fe y la esperanza y pedimos a las autoridades esclarecer los hechos y buscar estrategias viables para la defensa de la vida y la convivencia pacífica en nuestra ciudad”, manifestó.




