La violencia en la Franja de Gaza es también el resultado de años de un discurso deshumanizante y por ello es urgente cambiar ese lenguaje de odio por uno que abra horizontes y nuevos caminos, ha señalado el Cardenal Pierbattista Pizzaballa.
El patriarca latino de Jerusalén hizo este llamado en un videomensaje difundido durante el Festival de Cine de Venecia, donde se otorgó el León de Plata a la película La Voz de Hind Rajab, del director tunecino Ben Hania, que relata los últimos momentos de una niña de cinco años asesinada en 2024 en Gaza.
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“Ya conocen las noticias, así que no es necesario que profundice en la dramática historia cotidiana de lo que estamos viviendo. Las imágenes también son muy significativas; lamentablemente, hablan de destrucción, de muerte, de mucho dolor. Uno de los problemas que estamos experimentando es precisamente este: estamos tan abrumados por el dolor que parece no haber espacio para el dolor ajeno”, expresó.
En ese sentido, añadió que “también estamos experimentando un clima de profundo odio, cada vez más arraigado dentro de las dos poblaciones, israelí y palestina, que parece no tener fin”.
Seguidamente, la autoridad católica dijo que esto se ve no sólo en la violencia, sino “también en el lenguaje”. “Creo que la violencia a la que estamos asistiendo es también el resultado de años de lenguaje violento y deshumanizante”, expresó.
El Cardenal Pizzaballa explicó que si se deshumaniza a otros mediante el lenguaje, “creando una cultura, una forma de pensar, la transición a la violencia física real es solo cuestión de tiempo, y lamentablemente, la estamos presenciando”.
“Esta guerra debe terminar cuanto antes, lo sabemos, no tiene sentido continuar. Es hora de detener esta deriva. Pero sabemos que el fin de la guerra que anhelamos, a pesar de lo que dicen las noticias, no será el fin del conflicto, no marcará el fin de la hostilidad, del dolor que esta hostilidad causará”, señaló.
Por ello, alentó a los creyentes y todos aquellos que hacen cultura a “trabajar duro” para crear “una narrativa diferente”.
“Hemos dejado la narrativa a los radicales, a los extremistas de una parte y de la otra. En cambio, debemos tener la valentía de una narrativa, de un lenguaje diferente, que abra horizontes, que abra nuevos caminos”, alentó.
El Cardenal Pizzaballa dijo que estas nuevas ideas, luego del mundo de la cultura, deben llegar a la sociedad y la política. “Esto es lo que espero, y creo que es posible (…) necesitamos su ayuda”, expresó.




