El Obispo Emérito de Rancagua, Mons. Alejandro Goic Karmelic, quien presidió la Conferencia Episcopal Chilena entre 2004 y 2010, falleció este lunes 1 de septiembre a los 85 años.

El prelado había sido internado el 29 de agosto por complicaciones de salud, según informó la Diócesis de Rancagua en el sitio web del episcopado chileno.

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La nota destaca que, desde su renuncia en 2018, el obispo “vivió su retiro dedicado a la oración, la lectura y la reflexión, en el monasterio de las Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento”.

“Rogamos a toda la comunidad eclesial y a quienes lo conocieron unirse en oración por su descanso eterno y por el consuelo de sus familiares y cercanos. Pronto se entregará más información respecto a sus funerales”, agrega el texto.

¿Quién fue Mons. Alejandro Goic Karmelic?

Alejandro Goic Karmelic nació el 7 de marzo de 1940 en Punta Arenas. Fue ordenado sacerdote el 12 de marzo de 1966.

En 1978, participó activamente en las gestiones entre la Iglesia Católica en Chile y Argentina para evitar un conflicto bélico, culminando con el arbitraje de Juan Pablo II.

El 23 de marzo de 1979 fue designado Obispo Auxiliar de Concepción y recibió la consagración episcopal de manos del Papa San Juan Pablo II. Fue el primer obispo chileno consagrado por el pontífice polaco.

En 1991 recibió el nombramiento de Obispo Auxiliar de Talca. Tres años más tarde, fue designado Obispo de Osorno. Posteriormente, en 2003, se le confió el cargo de Obispo Coadjutor de Rancagua, diócesis que pasó a encabezar plenamente al año siguiente.

Presidió la Conferencia Episcopal de Chile entre 2004 y 2010 y lideró el Consejo Nacional para la Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas entre 2011 y 2018.

Mons. Goic renunció al puesto tras el caso La Cofradía, que involucró a 14 sacerdotes de su diócesis a quienes suspendió, y que habrían sido supuestamente parte de una red de abusos, un caso que culminó sin imputados ante la justicia civil.

Durante la huelga de trabajadores de la Mina El Teniente en 2007, respaldó la búsqueda de justicia para los trabajadores, y en 2009 destacó la importancia de un “sueldo ético”.

En 2012, cuando Mons. Goic era vicepresidente del episcopado chileno, alzó la voz para pedir que en el país hubiese una distribución equitativa de los ingresos.

En abril de 2020 sufrió un infarto y fue sometido a una cirugía de la que se recuperó satisfactoriamente.