Tras la circulación de una versión que afirmaba que en el estado de Campeche, al sureste de México, se habían registrado 38 mil 400 posesiones en los últimos cuatro años, la Diócesis local desmintió la información, calificando esa cifra como “insostenible”.
La nota publicada el 23 de agosto por el diario Milenio hace un recuento de los rituales de liberación realizados en algunas diócesis del país, destacando que en Campeche se registran en promedio 9,600 casos de posesión desde 2021.
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Sin embargo, en un comunicado emitido el 25 de agosto, la diócesis aclaró que se desconoce “cuál haya sido la fuente de esa información ni cómo se habría contabilizado el dato”.
“Esa cifra resulta imposible de sostener, pues un exorcismo auténtico no es un acto masivo ni inmediato, sino un proceso pastoral delicado que requiere tiempo, discernimiento y acompañamiento espiritual”, aclaró.
Si bien, la diócesis dio a conocer que cada viernes, en una localidad del estado se realizan “liturgias de liberación contempladas en el apéndice del Ritual de Exorcismos”, las cuales “atraen a numerosos fieles de diversos estados e incluso de otros países”, se precisó que estas ceremonias no equivalen a un exorcismo en sentido estricto.
Estas liturgias son presididas por dos sacerdotes, quienes desde hace 15 años han recibido la encomienda de realizar exorcismos, y acompañan a las personas que acuden a estas celebraciones, la mayoría de las cuales buscan “oración, acompañamiento o consuelo espiritual ante distintas situaciones de sufrimiento”.
¿Qué es un exorcismo?
En el comunicado, la diócesis explicó que el exorcismo es una “oración oficial de la Iglesia y se considera un sacramental. Su finalidad es pedir a Dios la liberación de una persona en casos de auténtica posesión demoníaca”.
Detalló que la acción del demonio puede presentarse de dos maneras. La primera, de manera ordinaria, “cuando induce al pecado y al mal, lo cual afecta a todos los seres humanos desde el nacimiento hasta la muerte” ; y la segunda, de forma extraordinaria, menos común, que ocurre cuando “ocasiona males particulares que pueden culminar en una posesión”.
En el caso de una auténtica posesión se “requiere de múltiples sesiones a lo largo de meses o incluso años. Por ello, hablar de decenas de miles de exorcismos en pocos años en un solo Estado resulta incompatible con la realidad pastoral y humana”.
La Iglesia Católica “no se reduce a los exorcismos”
Finalmente, la diócesis recalcó que “la labor de la Iglesia no se reduce a los exorcismos”, ya que su misión esencial es “anunciar el Evangelio, celebrar los sacramentos, acompañar espiritualmente a los fieles y ofrecer espacios de oración y liberación”.
Asimismo, destacó que, aunque “el demonio es real, pero más real aún es la victoria de Cristo sobre el mal”. Por ello, invitó a los católicos a fortalecer su fe “con la oración, los sacramentos y la vida en gracia, que son las principales armas espirituales contra la tentación y el pecado”.




