La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) se sumó a la convocatoria de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) para rezar y ayunar por la paz en el mundo el 14 de agosto, en la víspera de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María.
En un comunicado difundido este 13 de agosto, Regina Lynch, presidenta ejecutiva de ACN International, destacó que “resulta muy lógico que sea este grupo de mujeres el que encabece la denuncia de la guerra y llame a la paz y la reconciliación”.
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“En todos los conflictos, las mujeres y los niños son marginados y, a menudo, son quienes más sufren”, señaló Lynch, subrayando que “las religiosas suelen estar en primera línea de las guerras, ayudando a los inocentes como pueden, sin mirar por su propia seguridad”.
En ese marco, aseguró que “ACN se complace en sumar su voz a las muchas que están respondiendo a este valiente llamamiento”.
El 6 de agosto, la USIG —que de acuerdo a su sitio web está conformada por 1.903 Superioras Generales de todo el mundo— recordando las guerras que azotan diversas partes del mundo, entre ellas Gaza, Sudán, Ucrania y República Democrática del Congo, aseguró que las religiosas “no podemos permanecer como espectadoras silenciosas”.
“Cada día vemos rostros marcados por el dolor, vidas destruidas, pueblos privados de su dignidad y de la paz, especialmente mujeres y niños”, expresaron.
Ante esta realidad, las superioras generales hicieron un llamado a que este 14 de agosto, a puertas de la celebración de la Asunción de la Virgen, el mundo se una en un día de ayuno y oración por la paz, confiándose a Santa María “para que acoja con ternura el clamor de los pueblos y nos enseñe a ser una presencia humilde y profética en los lugares del sufrimiento”.
Regina Lynch resaltó en el comunicado de ACN que “María es la Reina de la Paz. Recemos para que toque los corazones de los mandatarios de todo el mundo, para que anhelen la paz de su Hijo, Jesucristo”.
“En la festividad de la Asunción recordamos que hay una mujer, en cuerpo y espíritu, al lado de Nuestro Señor. No cabe duda de que la Virgen se compadecerá del dolor y la angustia que muchas de las religiosas presencian e intercederá para que cesen los conflictos”, aseguró.






