Asaltan a mano armada a religiosas y las amenazan con decapitación en Mozambique

Cuatro religiosas Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento vivieron momentos de terror en Mozambique, luego de que un grupo armado irrumpiera en su misión en la Diócesis de Pemba, al norte del país africano, amenazándolas de muerte y despojándolas de sus pertenencias.

De acuerdo a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés), el asalto ocurrió el 8 de junio, cuando 18 hombres armados con machetes, barras de hierro y armas de fuego asaltaron la misión donde las hermanas cuidan a unas 30 niñas. Ocho de los atacantes ingresaron a la casa, mientras el resto vigilaba los accesos y sometía a los guardias de seguridad.

“Fueron momentos terribles”

“Nos invadió el pánico cuando los vimos entrar en nuestras habitaciones, exigiendo dinero y llevándose todo lo que encontraban. Se llevaron computadoras, teléfonos celulares y el poco dinero que teníamos”, relató la Hermana Ofélia Robledo Alvarado en un mensaje enviado a ACN.

Los atacantes llevaron a las religiosas a la capilla de su misión y las obligaron a arrodillarse. La Hermana Ofélia recuerda que “pensamos que iban a prender fuego a la capilla con nosotras adentro, pero en lugar de eso, hicieron arrodillar a la hermana Esperanza en el centro del templo y levantaron un machete para decapitarla frente a nosotras”.

“Yo les supliqué que no la mataran, que ya nos habían quitado todo, y les rogué clemencia. Fueron momentos terribles, pero gracias a Dios, la dejaron libre”, añade.

Cuando los ladrones se fueron, las religiosas buscaron a las niñas, a quienes “gracias a Dios, las encontramos tranquilas e ilesas”.

“Inseguridad permanente”

La religiosa señala que “es la primera vez en 17 años que sufrimos un ataque en nuestra misión; hasta ahora, nunca nadie había entrado en nuestra casa con malas intenciones”, y lamenta que en la región comenzó una “ola de terrorismo” yihadista en 2017 que “lo ha cambiado todo: ahora vivimos en una situación de inseguridad permanente en toda la provincia de Cabo Delgado”.

“Lo más triste es que parece que incluso la policía y el ejército están involucrados en las bandas delictivas organizadas. Por eso, necesitamos tomar medidas para protegernos a nosotras y a las niñas”, señala.

El asalto a las religiosas se produjo pocos días después de un robo en la aldea de Mieze, también en Mozambique, a los Padres de La Salette. De acuerdo a ACN, los sacerdotes “fueron asaltados por hombres armados con machetes” durante la noche, pero sin que nadie resultara herido.

La fundación pontificia, que ayuda a la Diócesis de Pemba en la asistencia a más de un millón de desplazados por la violencia en la región, señaló que las Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento buscan recursos para instalar cámaras de seguridad y rejas en las ventanas del complejo de la misión, que incluye la residencia, el hogar de niñas, la capilla y otras instalaciones.