La Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) ha convocado una Jornada Mundial de Ayuno y Oración por la Paz el próximo 14 de agosto, víspera de la festividad de la Asunción de María. 

La UISG permite que las Superioras Generales se reúnan en un entorno eclesial, con el objetivo de construir puentes y desarrollar redes para crear diferentes modos de comunicación entre las religiosas a través de las distancias geográficas, diferentes lenguas y culturas para estar en comunión entre ellas y juntas construir una comunidad global, según se indica en su sitio web.

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Ante las guerras y conflictos que afligen diferentes partes del mundo, especialmente en Gaza, Sudán, Ucrania o República Democrática del Congo, la UISG declaró que “no podemos permanecer como espectadoras silenciosas”.

“Cada día vemos rostros marcados por el dolor, vidas destruidas, pueblos privados de su dignidad y de la paz, especialmente mujeres y niños”, lamentan en un comunicado difundido el 6 de agosto. 

En este contexto, las religiosas afirman sentir “la profunda necesidad de alzar la voz y unir nuestros corazones”, para caminar junto a quienes sufren,  escuchar “el clamor de los pobres y de la tierra” y “proteger la vida y exigir justicia”.

Por ello, convocan para el próximo jueves 14 de agosto una jornada de “oración, discernimiento y testimonio”, para que la paz “no sea sólo un deseo, sino una realidad construida entre todas”.

 Las Superioras Generales exhortan a que esta jornada sea vivida como un día de ayuno y oración, invocando la intercesión de la Madre de Dios, Nuestra Señora de la Paz, cuya fiesta se celebra el 15 de agosto. 

“Confiémonos a ella, para que acoja con ternura el clamor de los pueblos y nos enseñe a ser una presencia humilde y profética en los lugares del sufrimiento”, se lee en el comunicado.

Además, proponen promover momentos de oración y reflexión sobre la Palabra en las comunidades, comprometerse con las autoridades civiles y eclesiales pidiéndoles abrir caminos de reconciliación y apoyar acciones concretas de solidaridad global. 

Las Superioras Generales han preparado esta oración por la paz que proponen rezar a los fieles que quieran unirse a la jornada:

María, Madre de la Paz,
en este tiempo herido por la guerra,
te encomendamos a los pueblos desgarrados por el odio,
a las familias divididas, a los corazones rotos por la violencia.

Tú que guardaste en silencio el dolor,
enséñanos a velar, a no cerrar los ojos,
a permanecer junto a quien sufre,
a orar incluso cuando faltan las palabras.

 Dona al mundo la paz, Señor Jesús,
no la que se impone con la fuerza,
sino la que nace de la justicia,
del perdón, de la verdad, del amor.

Haznos instrumentos de tu paz:
manos que levantan,
voces que consuelan,
corazones que se abren.

Te rogamos por las mujeres y los niños víctimas de los conflictos,
por los migrantes en fuga, por quienes son prisioneros del miedo.
Te rogamos por quienes han perdido la esperanza
y por quienes siguen sembrando odio.

Haz que nuestro ayuno sea solidaridad,
que nuestra oración se convierta en acción,
que nuestro silencio sea voz para los que no tienen voz.

María, Reina de la Paz,
intercede por nosotros,
para que en cada rincón de la tierra
vuelva a brillar la luz del Evangelio.

Amén.