El nuevo Custodio de Tierra Santa, Fray Francesco Ielpo, visitó algunos de los lugares más emblemáticos del cristianismo: el Cenáculo, la Basílica del Santo Sepulcro y la Basílica de la Natividad, marcando así el inicio de su servicio al frente de la misión franciscana en la región.

La presencia del nuevo custodio en cada uno de estos lugares representa “un momento significativo dentro de la tradición franciscana”, encargada de resguardar los lugares santos vinculados a la vida de Jesús, según explica la Custodia de Tierra Santa (CTS) en su sitio web.

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“Cada etapa estuvo acompañada por una celebración y una intervención del custodio, centradas en el significado histórico y comunitario de estos lugares”, añade.

En el Cenáculo

En la mañana del 24 de julio, Fray Ielpo quiso resaltar la actualidad de la Última Cena y del misterio de Pentecostés, que tuvieron lugar en el Cenáculo. 

“En el momento en que la Iglesia celebra, desaparecen las coordenadas espaciales y temporales, y nos volvemos contemporáneos del misterio que celebramos”, dijo el custodio.

Este gran acontecimiento “marca una nueva alianza, una nueva irrupción de Dios en la historia de los hombres, dentro del corazón del hombre”, añadió. Además, subrayó la dimensión fraternal que encierra la venida del Espíritu Santo.

“Cuando no nos entendemos, cuando el hermano que vive con nosotros parece hablar realmente otra lengua, incomprensible para nosotros, entonces necesitamos lavarnos los pies unos a otros”, aseguró.

Misa oficiada por Fray Francesco Ielpo en el Cenáculo. Crédito: FG/CTS.
Misa oficiada por Fray Francesco Ielpo en el Cenáculo. Crédito: FG/CTS.

En el Santo Sepulcro

El custodio visitó la Basílica del Santo Sepulcro durante la tarde del 25 de julio. Allí, reflexionó sobre la muerte y resurrección del Señor, explicando que “el camino del amor recorrido por Jesús, el camino de la donación total, no es en vano”, sino que es una victoria sobre todo sufrimiento.

El Santo Sepulcro, lugar central para la fe católica, no es “lugar de fracaso y derrota, sino lugar del amor que llega hasta el don de la vida”. Fray Ielpo destacó el papel de las mujeres en el anuncio de la resurrección, afirmando que “el discípulo es quien recibe el mandato de anunciar esta buena noticia […] para vivirla ante todo, y sembrarla en las muchas tinieblas de la vida”.

El nuevo Custodio frente al Edículo que contiene el Santo Sepulcro. Crédito: PGPO/CTS.
El nuevo Custodio frente al Edículo que contiene el Santo Sepulcro. Crédito: PGPO/CTS.

En la Basílica de la Natividad

En Belén, durante la mañana del 26 de julio, Fray Ielpo recorrió el lado del muro que divide la ciudad de la Tumba de Raquel. La CTS explica que las calles de la ciudad palestina se encontraban desiertas por la falta de turistas y peregrinos.

Dentro de la basílica, recordando el nacimiento de Jesús, se refirió a las palabras que los ángeles dirigieron a los pastores y señaló que "la paz en la tierra es el reflejo de la gloria de Dios en el cielo, y la gloria de Dios en la tierra se llama paz”.

“Vengo a ustedes como peregrino de oración. Vengo a rezar con ustedes y a invocar el don de la fraternidad, del diálogo, de la reconciliación y del perdón. El Dios Niño, acostado en el pesebre, los bendiga a todos”, expresó.

Fray Francesco Ielpo ante el lugar del nacimiento de Jesús en Belén. Crédito: FG/CTS.
Fray Francesco Ielpo ante el lugar del nacimiento de Jesús en Belén. Crédito: FG/CTS.