Líderes cristianos en Jerusalén condenan nuevo “violento ataque” contra aldea cristiana

Este 29 de julio, los patriarcas y líderes de las Iglesias de Jerusalén, emitieron un comunicado condenando otro “violento ataque” en contra del pueblo de Taybeh, la única aldea completamente cristiana en Cisjordania, Jerusalén y Gaza.

Colonos israelíes incendiaron vehículos y “pintaron graffitis de odio”, actos considerados por los patriarcas como “un acto inequívoco de intimidación dirigido a una comunidad pacífica y fiel, arraigada en la tierra de Cristo”.

Fuentes en Taybeh, que pidieron mantener el anonimato por razones de seguridad, indicaron a ACI Prensa que durante la madrugada del lunes 28 de julio fue atacada la parte noreste del pueblo, dentro del complejo residencial ortodoxo griego, donde fueron incendiados dos vehículos que luego explotaron.

“Los niños y las familias viven sumidos en el pánico, el miedo y el terror, temiendo que esto vuelva a suceder. Si los jóvenes del pueblo y la Defensa Civil Palestina no hubieran estado alerta, también habrían incendiado las casas”, añadió la fuente local.

Según ACI Mena —agencia de noticias de EWTN para el mundo árabe— en los graffitis se incluía una frase amenazante en hebreo: "Al-Maghir”, que quiere decir “te arrepentirás".

Este ataque contra Taybeh se enmarca en una nueva ola de violencia contra su población, que inició a principios de julio, con el objetivo de desplazar a sus habitantes y “socavar la dignidad de sus residentes y la santidad de su tierra sagrada”, como afirmaron en un comunicado los tres párrocos de las iglesias cristianas locales.

Uno de ellos, el sacerdote Bashar Fawadleh, párroco latino en Taybeh desde 2021, comentó a ACI Prensa que la intención de los cristianos es quedarse en sus hogares a pesar de la intimidación.

Según los patriarcas y líderes de las Iglesias de Jerusalén, el fuego alcanzó los muros de la Iglesia de San Jorge, un histórico templo de estilo bizantino que data del siglo V y donde se suelen realizar las celebraciones religiosas.

Esto, consideran, “no es un hecho aislado” sino que “forma parte de un alarmante patrón de violencia de los colonos contra las comunidades de Cisjordania, incluyendo sus hogares, espacios sagrados y formas de vida”.

Además, el comunicado denuncia que hace pocos días los colonos israelíes “irrumpieron por la fuerza en Taybeh”, llevando su ganado a pastar en el centro del pueblo. Los colonos deambulaban por las calles, algunos enmascarados y armados, “sembrando el terror y amenazando la santidad de la vida cotidiana”.

“Lamentamos que las declaraciones oficiales de la policía israelí redujeran el asunto únicamente a daños a la propiedad, omitiendo el contexto más amplio de intimidación y abuso sistemáticos”, dicen los patriarcas en su declaración.

“Estas omisiones distorsionan la verdad y no abordan las violaciones del derecho humanitario internacional y de los derechos humanos, incluido el derecho a la libertad religiosa y la protección del patrimonio cultural”, agregan.

En el comunicado también condenan “la campaña de desinformación reaccionaria de grupos afines a los colonos israelíes”, que aseguran fue lanzada después de la última visita de los patriarcas y líderes cristianos locales.

“En lugar de abordar las graves violaciones que se producen, estas narrativas intentan desacreditar a las víctimas y minimizar la importancia de la solidaridad internacional. Tales distorsiones pretenden desviar la atención y encubrir la conducta delictiva que viola las normas internacionales”, aseguran.

Por el clima preocupante de impunidad que, según los patriarcas, reina en la región, poniendo en peligro el estado de derecho y la convivencia pacífica “en la Tierra de la Resurrección”, los líderes cirstianos hacen tres exigencias al gobierno israelí, para que “actúe con claridad moral y compromiso”:

• Que exija responsabilidades a los responsables de estos crímenes sin demora.

• Que garantice una protección eficaz y constante para la población de Taybeh y todas las comunidades vulnerables.

• Que cumpla con sus obligaciones en virtud del derecho internacional y garantice la igualdad ante la ley.

“La falta de rendición de cuentas no solo amenaza a las comunidades cristianas, sino que también debilita los fundamentos morales y legales que sostienen la paz y la justicia para todos”, indicaron.