El Consejo de Patriarcas y Jefes de las Iglesias de Jerusalén realizó el martes una visita histórica a Taybeh, la última ciudad completamente cristiana de Tierra Santa, para denunciar una ola de ataques “sistemáticos y dirigidos” contra su comunidad.
En un comunicado, los líderes cristianos exigieron una acción inmediata por parte de las autoridades israelíes e hicieron un llamado a la comunidad internacional para detener la escalada de violencia.
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“Nos encontramos hoy en Taybeh en solidaridad con la comunidad local, ante una creciente ola de ataques sistemáticos y dirigidos contra ellos y su presencia”, señala el comunicado conjunto firmado por los patriarcas y jefes de las Iglesias el 14 de julio.
“Pedimos oraciones, atención y acción por parte del mundo entero, especialmente de los cristianos a nivel global”, añaden.
El lunes 7 de julio, colonos israelíes radicales prendieron fuego a un área cercana a la histórica iglesia de San Jorge —también conocida como Al-Khadr— y al cementerio del pueblo. Esta iglesia, que data del siglo V, es un símbolo del cristianismo en la región.
“Estas acciones constituyen una amenaza directa e intencionada, no sólo contra nuestra comunidad local, sino también contra el legado histórico y religioso de nuestros antepasados y los lugares sagrados”, advierten los líderes. Y añaden: “Frente a estas amenazas, el mayor acto de valentía es seguir llamando hogar a este lugar”.
Los patriarcas agradecieron a los residentes y bomberos locales por evitar una tragedia mayor, pero advirtieron que los ataques no son aislados. “Nos unimos a las voces de los sacerdotes locales —greco-ortodoxos, latinos y greco-católicos melquitas— para hacer un claro llamado de apoyo ante los repetidos ataques sistemáticos por parte de estos radicales, que son cada vez más frecuentes”.
En los últimos meses, los colonos han invadido tierras agrícolas de los cristianos, permitido que su ganado destruya olivares y hasta han colocado carteles con mensajes amenazantes como: “No hay futuro para ustedes aquí”.
“La Iglesia ha estado presente fielmente en esta región desde hace casi 2.000 años”, subrayaron los líderes cristianos. “Rechazamos con firmeza este mensaje de exclusión y reafirmamos nuestro compromiso con una Tierra Santa que sea un mosaico de distintas fes, conviviendo en paz, con dignidad y seguridad”.
El comunicado también lanza duras críticas contra la pasividad de las autoridades israelíes. “Exigimos una investigación inmediata y transparente sobre por qué la policía israelí no respondió a las llamadas de emergencia de la comunidad local y por qué estos actos abominables continúan impunes”.
La situación ha sido confirmada también por el párroco de rito latino de Taybeh, el P. Bashar Fawadleh, quien relató que más de diez colonos armados atacaron la iglesia de San Jorge. “Prendieron una hoguera junto a la iglesia y detrás del cementerio. Nos quedamos en shock, pero más de 20 jóvenes corrieron conmigo al lugar y lograron extinguir el fuego, mientras los colonos nos observaban cruzados de brazos”, contó a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés).
Además, el sacerdote denunció que las principales vías de acceso al pueblo siguen bloqueadas por barreras militares y que las autoridades israelíes no respondieron a las llamadas de emergencia. “No nos protegieron a nosotros, no detuvieron a los colonos y esto se debe a que los protegen a ellos”, afirmó.
Los patriarcas subrayaron que estos ataques no se limitan a Taybeh, sino que forman parte de un patrón de agresiones contra comunidades cristianas en Cisjordania.
“Los ataques perpetrados por colonos contra nuestra comunidad, que vive en paz, deben cesar, tanto en Taybeh como en otras partes de Cisjordania. Esto es claramente parte de los ataques sistemáticos contra los cristianos que estamos viendo desplegarse en toda la región”.
Finalmente, los líderes hicieron un llamado urgente a “diplomáticos, políticos y autoridades eclesiásticas de todo el mundo” para que alcen “una voz valiente y orante” por la comunidad cristiana en Taybeh.
“Que su presencia sea segura y puedan vivir en paz, rezar con libertad, cultivar sin peligro y disfrutar de una paz que hoy parece demasiado escasa”, agregaron.
Y concluyeron: “Nos unimos a nuestros hermanos del clero en Taybeh para reiterar esta esperanza frente a una amenaza persistente: ‘la verdad y la justicia prevalecerán al final’.




