Los obispos de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) iniciaron su 119° asamblea plenaria con un llamado a ser portadores de la esperanza, el perdón y la paz, ante la situación actual del país, que afronta diversos desafíos a los cuales quieren hacer frente desde la fe católica.

“Nuestras comunidades corren el riesgo de caer en la desesperanza pues no encuentran un horizonte claro de solución a los problemas estructurales del país", por lo cual “deseamos dar una palabra de esperanza”, dijo en su ponencia inaugural el presidente de la CEC, Mons. Francisco Javier Múnera.

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El también Arzobispo de Cartagena expresó su honda preocupación “por la violencia permanente y creciente que atenta contra la vida y los derechos humanos y llena de pesimismo a las poblaciones; una violencia financiada por la ilegalidad del narcotráfico, el microtráfico, la minería ilegal y otras fuentes ilícitas”.

Ante este panorama, continuó, “nuestras comunidades corren el riesgo de caer en la desesperanza pues no encuentran un horizonte claro de solución a los problemas estructurales del país y sobreabunda un ambiente enrarecido que opaca, disfraza y oculta la verdad”.

A esto, lamentó el prelado colombiano, “se suma la falta de articulación de liderazgos políticos coherentes con la búsqueda del bien común en todos los niveles de representatividad y la ausencia de un proyecto unificado de país que anime a las personas al sentido de pertenencia, al compromiso en la defensa de la institucionalidad y la democracia, y al amor por la patria”.

“Reconociendo los esfuerzos en algunos territorios del país en materia de política de paz y seguridad, se siguen encontrando grandes dificultades a nivel nacional, lo que ha provocado la crisis de las mesas de diálogo con varios actores armados, muchas de las cuales estaban siendo acompañadas por la Iglesia Católica”, resaltó.

Ante este panorama, indicó, “la Conferencia Episcopal se viene empeñando en la definición de unos principios éticos como aporte para la construcción de paz, inspirados en la Palabra de Dios y la Doctrina Social de la Iglesia, de modo que sirvan como marco para los acompañamientos de iniciativas en la búsqueda del perdón, la reconciliación y la paz en Colombia”.

El presidente de la CEC destacó el papel de “la naciente Comisión Episcopal de Paz”, creada en abril de este año, “conformada por obispos representantes de las siete regiones, quienes conocen de primera mano los desafíos y las tareas de la construcción de la cultura de paz en los territorios”.

Mons. Munera también destacó que el pasado 16 de junio y acogiendo una invitación de la Iglesia Católica, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y otras autoridades del Estado firmaron un documento en el que se comprometieron a rechazar todo tipo de violencia, como forma de resolver los conflictos políticos y sociales del país.

El encuentro se realizó luego de la Marcha del Silencio, convocada en más de 25 ciudades y que, en el caso de Bogotá, reunió a unas 70.000 personas. El objetivo fue pedir el fin de la violencia que está golpeando varias zonas de Colombia y que ha tenido entre sus últimas víctimas al senador y precandidato presidencial del Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay, quien sigue hospitalizado con pronóstico reservado.

Además, en las últimas semanas se dieron diversos enfrentamientos entre el presidente Gustavo Petro y el Senado, luego de que este no aprobara la convocatoria a una consulta popular sobre la reforma laboral solicitada por el Gobierno. Como respuesta, el mandatario firmó un decreto para realizar el referendo en agosto, lo que aumentó las tensiones con otras autoridades. Sin embargo y después de varios idas y vueltas, el mismo Petro lo terminó derogando el 24 de junio.

En su mensaje, el presidente de la CEC reiteró también el compromiso de la conferencia episcopal de Colombia con la atención y prevención de abusos desde el Sistema para la Cultura del Cuidado.

Para concluir, el Arzobispo de Cartagena destacó que la asamblea plenaria “culminará con el retiro espiritual que llevaremos a cabo en el Convento del Desierto de Nuestra Señora de la Candelaria en Ráquira, acogidos por los Padres Agustinos Recoletos, y con el Jubileo de los Obispos en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá”, la Patrona de Colombia.

Según informó la CEC, en esta asamblea plenaria participan 76 obispos y 5 administradores diocesanos, quienes de manera especial profundizarán sobre el ministerio de catequista en la Iglesia Católica en Colombia; y sobre el papel del obispo.

Para reflexionar sobre este último tema contarán con la presencia de Mons. Luis Fernando Ramos Pérez, Arzobispo de Puerto Montt (Chile).