El Arzobispo de Arequipa (Perú), Mons. Javier del Río Alba, expresó su alegría por la elección de León XIV, “el primer Papa peruano en la historia de la Iglesia”, no sólo por su nacionalidad sino por “su identificación con nosotros, los peruanos, a quienes conoció desde muy joven”.

En su columna semanal titulada “El Papa peruano”, enviada a ACI Prensa este sábado 17 de mayo, el prelado explica que aunque León XIV nació en Chicago (Estados Unidos) “en el año 2015 solicitó, y le fue concedida, la nacionalidad peruana y cuenta hasta ahora con su DNI”, el documento nacional de identidad que tiene todo peruano. 

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“Su solicitud no fue un acto meramente formal, sino que respondió a su identificación con nosotros, los peruanos, a quienes conoció desde muy joven”, subraya.

El Papa León, recuerda el arzobispo, “llegó al Perú en el año 1985, con treinta años de edad y tres años de sacerdote. Inicialmente, el entonces P. Roberto, así lo llamaban los fieles, fue misionero en la Prelatura de Chulucanas, en el norte de nuestro país”.

Después estuvo en Trujillo, también en el norte peruano, durante 11 años y luego en Chicago donde fue superior provincial agustino, para retornar a Chiclayo en 2014, donde fue administrador apostólico y luego obispo. En 2023 el Papa Francisco lo envió al Vaticano para servir como prefecto del Dicasterio para los Obispos.

Mons. Del Río precisa que “podemos decir que el Papa es peruano no sólo porque tiene nuestra misma nacionalidad, sino también porque de los 42 años transcurridos desde su ordenación sacerdotal, 23 los ha pasado en el Perú, lo que significa que buena parte de la formación y experiencia pastoral del ahora Sucesor de Pedro las ha adquirido en tierras peruanas”.

Con la experiencia en Perú y sus años como prior provincial y prior general agustino, además de sus años al mando de un dicasterio vaticano, el ahora Papa León XIV “conoce bien la realidad de la Iglesia y de la humanidad a nivel global. Si a ello añadimos su excelente formación en Ciencias y Matemáticas, Teología y Derecho Canónico, nos encontramos con un hombre con excelente formación y numerosas virtudes humanas, cristianas y pastorales que hoy pone al servicio de todos”.

Por ello, concluye el arzobispo arequipeño, se entiende que el Papa haya animado a construir la paz y que haya recordado al mundo entero que “Dios nos ama a todos y que el mundo necesita la luz de Cristo porque la falta de fe ocasiona a menudo la pérdida del sentido de la vida, la violación de la dignidad de la persona, la crisis de la familia y tantas heridas más”.

“¡Larga vida al peruano Papa León XIV!”, expresó el prelado peruano.