El Obispo auxiliar de Jerusalén y vicario patriarcal para Palestina, Mons. William Shomali, calificó de “inconcebible” la propuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de desplazar, contra su voluntad, a la población de Gaza hacia otros países.

Citado por la agencia italiana SIR, el prelado respondió a las declaraciones de Trump este martes en las que dijo que Estados Unidos tomaría el control de la franja de Gaza para reconstruirla y convertirla en la “Riviera de Medio Oriente”, instalando a los gazatíes en otros países como Egipto y Jordania.

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Esta posibilidad ya había sido rechazada el 1 de febrero por ambos países, junto con Catar, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita. Las naciones árabes advirtieron que desalojar a los palestinos de Gaza, bajo cualquier circunstancia o justificación, pondría en riesgo la estabilidad regional. También señalaron que la franja debía pasar a manos de la Autoridad Palestina.

A Trump se le preguntó este martes si usaría la fuerza para sacar a la población de la franja. El presidente respondió que si los palestinos tuvieran la oportunidad de irse, “les encantaría” hacerlo.

Para Mons. Shomali “es inconcebible pensar en desplazar, contra su voluntad, a un pueblo, así como es impensable obligar a otro Estado a acogerlo”.

“Una parte de los habitantes de Gaza quiere salir libre y voluntariamente y si Egipto, Jordania y otros países quieren acogerlos, no hay problema. Se trata de una elección libre y consciente de ambas partes”, añadió.

El prelado también se refirió al argumento de Trump de que es necesario sacar a la población para retirar las minas y escombros que quedaron de los quince meses de guerra, que han costado la vida de más de 47.000 palestinos, según cifras de las autoridades de salud locales citadas por Naciones Unidas.

A ellos hay que sumar los más de 111.000 heridos y 11.000 desaparecidos, según estas cifras.

“Si para reconstruir Gaza se requiere limpiar la zona de minas, bombas sin explotar y escombros —un trabajo que puede llevar años—, reubicar a la población es posible, pero sólo garantizándole el derecho a regresar y no obligándola después a quedarse fuera una vez que (la zona) sea reconstruida”, indicó el obispo.

“No debe discutirse el derecho y la libertad de un pueblo a vivir en su propia tierra y no se le debe obligar a abandonarla”, agregó.

Para el Obispo auxiliar de Jerusalén, la intención de Trump y del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, es edificar asentamientos en la franja de 360 kilómetros cuadrados y permitir “sólo a una pequeña parte de palestinos la posibilidad de retornar”.

Según monseñor Shomali, las declaraciones de Trump dan a entender cuáles son “sus intenciones respecto al futuro de Gaza”, a pesar de que Egipto y Jordania han rechazado “este plan que prevería un éxodo masivo de palestinos”, señaló.

El prelado dijo que “es diferente aceptar familias vulnerables, ancianos, enfermos, pero no una población de más de dos millones de personas”. 

Según la organización Puertas Abiertas, de los cerca de mil cristianos que habitaban la franja, sólo quedan unas 650 personas en Gaza.

El obispo indicó que las intenciones de Trump también ponen en peligro la resolución 181 de la ONU de 1947, que contempla la creación de un estado israelí y otro palestino en el territorio de lo que era el Mandato Británico de Palestina.

“Trump y Netanyahu no hablan nunca de las resoluciones de la ONU y de la solución de dos pueblos, dos estados. Trump no puede tomar el lugar de las Naciones Unidas”, afirmó Mons. Shomali.

“Creo que éste es el punto central de la cuestión: ¿habrá un Estado palestino, sí o no? El conflicto surge de esta pregunta sin respuesta. Todos hablan de ello, incluso Trump, pero sin entrar en detalles sobre una solución justa y sostenible. El Estado palestino, para los dos líderes de Estados Unidos e Israel, sigue siendo un principio vago”, añadió.

El prelado expresó su deseo de que continúe la tregua entre Israel y Hamás, pero aclaró que incluso el intercambio de rehenes y prisioneros no resuelve el problema de fondo, que es “la posesión de esta tierra”. 

“La solución es la solución de dos Estados”, concluyó.