En 2023, el conflicto entre Israel y Hamás arrastró a universidades de todo el mundo a una guerra de ideas con protestas, proclamas y acusaciones llenas de crispación.
El inicial apoyo casi unánime hacia Israel y la condena de los 1.200 asesinatos y 252 secuestros que Hamás ejecutó el 7 de octubre de 2023 se tornó rápidamente en protestas, algunas muy violentas, por la contundencia de la respuesta israelí.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
“Lo que pasó en el mundo académico es que se convirtió en un lugar en el que la gente ya no puede hablar con libertad. Todo el mundo toma partido y silencia al otro diciendo: ’Nosotros tenemos razón, los demás están equivocados’”, asegura a ACI Prensa, el profesor Elitzur Bar-Asher Siegal, de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
“Cuando veo a mis estudiantes ir a una manifestación, no les digo que no lo hagan porque creo que significa el tema que les importa. El problema es cuando repiten soflamas que no significan nada o argumentos basados en noticias falsas; ahí siento que la universidad ha fallado en su propósito”, afirma.
El ejemplo de las manifestaciones en favor de Palestina a lo largo de más de 60 campus de universidades de los Estados Unidos, también fue replicado por los estudiantes de Europa, Australia o Latinoamérica que desarrollaron a su vez cientos de acampadas en las que incluso exigían romper relaciones diplomáticas de cada uno de los centros con las instituciones israelíes.
Todo ello se fraguó al calor de un torrente de desinformación en las redes sociales orquestado para manipular a la opinión pública con fotografías y vídeos falsos que promovían dos narrativas enfrentadas y parciales.
En este contexto de polarización, surgió el proyecto Middle Meets con el objetivo de generar espacios de escucha y comprensión entre los estudiantes hebreos, judíos y cristianos.

“Sentíamos que las universidades de todo el mundo se estaban volviendo muy divididas y muy extremistas. Y queríamos crear una plataforma para que los estudiantes palestinos, hebreos y estadounidenses pudieran llevar a cabo una conversación en profundidad, sin eslóganes superficiales y sin ir a los extremos; simplemente escuchándose unos a otros en un diálogo abierto”, detalla por su parte la universitaria Tommy Stockman.

Dos meses después de los ataques de Hamás en Israel, esta estudiante de la Universidad Hebrea de Jerusalén puso la semilla de la que nació Middle Meets, que actualmente dirige Bar-Asher Siegal y en el que hasta ahora han participado 33 jóvenes de Israel, Palestina y Estados Unidos.

El primer encuentro fue en noviembre en remoto, pero esta semana se han reunido de forma presencial en Roma gracias a la Fundación Pontificia Scholas Occurrentes en un encuentro interreligioso también impulsado por el Vaticano.
“Más que reunirse han convivido y han forjado lazos de amistad. No ha sido fácil porque han hablado de situaciones dolorosas, de la guerra, de la confrontación, pero ha sido un proceso de poner en común el dolor y el sufrimiento”, explica el académico hebreo.

Además pone en valor el “momento histórico” que supone que el Vaticano haya cedido sus espacios para llevarlo a cabo.
“Cuando visitamos la plaza de Roma Campo de Fiori nos explicaron que el Vaticano prohibió el Talmud en el siglo XVI. Pero aquí estamos ahora, cinco siglos después invitados por el Vaticano. Las cosas pueden cambiar”, expresa durante uno de los encuentros este martes 4 de febrero en el Palacio San Calixto, sede de la Fundación Pontificia Scholas Occurrentes, situada en el céntrico barrio romano de Trastevere.
Ignorar al otro, causa principal de la polarización
La estudiante judía Stockman, que comparte clases en la Universidad Hebrea de Jerusalén con otros estudiantes musulmanes, expresa que el desconocimiento entre los judíos y los árabes palestinos es una constante.
“Nos ignoramos. Antes de este encuentro promovido por Middle Meets no tenía ningún amigo palestino”, revela. Y agrega: “La sociedad está tan dividida que es casi imposible iniciar una conversación con alguien de otro grupo étnico”.

En este sentido, desea que la creación de espacios de diálogo como este logre forjar puentes de amistad que superen las divisiones presentes en el tejido social de Tierra Santa.
“En este momento hay una narrativa israelí y una narrativa palestina sobre el conflicto, y estamos tratando de crear una tercera narrativa basada en la posibilidad de coexistir en paz dentro de las sociedades del país”, considera.
Shadan Khatib es otra de las jóvenes que ha participado en el proyecto Middle Meets. Es musulmana y estudia en una universidad de Tel Aviv. Cuando recibió la invitación para participar en el encuentro se mostró al principio algo escéptica.

“Ha sido muy difícil ver morir a tu gente, a civiles inocentes y al principio pensé que este tipo de organizaciones que juntan a judíos y musulmanes nunca llegan a ningún sitio”, dice.
Sin embargo, un amigo que también ha participado en el proyecto le hizo cambiar de opinión. Tras dos días de convivencia con otros jóvenes cristianos y judíos, juzga la experiencia como “muy positiva”.
Así, asegura que regresa a Tel Aviv con la convicción de que la misión de los jóvenes es “comenzar un nuevo capítulo”.
“La paz está muy lejos ahora, pero tengo esperanza. Creo que habrá perdón si encontramos una solución igual para ambas partes”, expresa.
“Al final del día todos somos humanos, todos queremos vivir en paz y felices”, remarca.
Uno de los momentos más esperados del programa ha sido el encuentro con el Papa Francisco tras la Audiencia General de este miércoles 5 de febrero, donde los jóvenes han tenido la oportunidad de presentarle las conclusiones trabajadas y una carta con sus deseos de paz en la región.
