El presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, Mons. Tadeusz Wojda, llamó recientemente a preservar la identidad católica del país, para que mantenga el “sentido de conexión con Dios” y no caiga en el vacío existencial.

La Oficina de Prensa del Episcopado informó que el prelado hizo este llamado desde el Santuario de Jasna Gora, donde el 3 de mayo celebró la Misa por la Solemnidad de la Bienaventurada Virgen María Reina de Polonia.

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En su homilía, Mons. Wodja dijo que cada vez se ve con mayor fuerza “el debilitamiento de la fe en nuestra nación, el abandono descuidado de la Eucaristía dominical y de los sacramentos”.

Además, lamentó que en los adultos, niños y jóvenes se estén percibiendo las consecuencias de la secularización de la sociedad y de “la falta de una transmisión sólida de la fe en las familias”. Entre estas, mencionó el debilitamiento del matrimonio y la expansión de “actitudes morales contrarias al Evangelio”.

“Estamos cansados de las tensiones, divisiones y disputas sociales resultantes. Estamos tristes y alarmados por el hecho de que en los últimos años ha surgido en nuestra sociedad tanto odio, como decimos hoy en día: discursos de odio, agitación de malas emociones e incluso violencia”, expresó.

Desde el santuario mariano, el arzobispo insistió en que es alarmante que “el pueblo de María” esté perdiendo la conciencia de su tradición y cultura polaca que es sensible al “don de la vida humana”.

Necesitamos una identidad cristiana, aseguró, “para no caer en el vacío existencial y perder la esperanza de vida. No debemos dejarnos privar de esta fuerza interior, cuya fuente está en Jesucristo, el Hijo de María”.

“Es necesario, por tanto, preservar esta identidad, porque nos da un sentido de conexión con Dios. De esta manera, profundizamos nuestra conciencia de que la vida humana tiene un valor único y que nadie puede aniquilarla, aunque sea imperfecta. La vida, desde la concepción hasta la muerte natural, sigue siendo un lugar de diálogo entre el hombre y Dios”, señaló.

En ese sentido, el presidente de los obispos polacos expresó que “es inaceptable exigir un ‘derecho al aborto’, es decir, un derecho real a matar. Nadie tiene derecho a matar a otro ser humano, máxime cuando se trata de un niño inocente e indefenso”.

El arzobispo recordó que el cristiano está llamado a “afrontar con valentía los desafíos” que se le presentan. “Debemos defender nuestra identidad cristiana, la soberanía de nuestra conciencia, nuestro pensamiento y nuestra libertad de profesar nuestra fe, los valores que emanan del Evangelio y de nuestra tradición cristiana”.

“Es necesario defender nuestras convicciones religiosas, el respeto a los sentimientos religiosos, las clases de catecismo en las escuelas, que no es sólo la enseñanza sobre Dios, sino la formación para los valores, para el respeto al bien y a la cultura de nuestra sociedad”, explicó.

Ante este panorama, Mons. Wodja afirmó en su homilía que la Virgen María está para apoyar al pueblo polaco “a afrontar con sabiduría y prudencia los problemas sociales y nacionales”. “Ella nos enseña a respetar la democracia basada en la verdad, orientada al bien objetivo en el espíritu de la cultura y la tradición cristianas”, expresó.

El día anterior, durante otro evento con motivo de la celebración mariana, Mons. Wodja señaló que "el mundo y la sociedad de hoy necesitan un alma, y esa alma es el cristianismo basado en permanecer en Jesucristo".

Afirmó que la Virgen, "como Reina y Madre", enseña esta permanencia y se las recuerda constantemente a sus hijos, como cuando dijo "a los siervos en Caná: 'Haced lo que él os diga'".